Si bien la economía dominicana creció en los primeros nueve meses de 2011, en un 4,2%, y el gobernador del Banco Central, Héctor Valdez cataloga dicho comportamiento como “satisfactorio”, dada la situación internacional, lo cierto es que los pronósticos quedaron por debajo.
Y lo peor no es que no se haya alcanzado el 5,5% previsto a inicios del año, sino que pudo haber sido mucho peor de no existir el apoyo de Venezuela mediante PETROCARIBE y el consabido suministro al país de 30 mil barriles diarios de petróleo y derivados en términos preferenciales.
Precisamente, a partir de la agudización de la situación en el mercado internacional, el presidente Hugo Chávez anunció el aumento del suministro petrolero al país a 50 mil barriles diarios.
No obstante, el sufrimiento de la economía nacional no se perfila tanto en los recortes de gastos del gobierno como se informa, sino en esos índices que afectan los precios del consumidor, cuya variación en las alzas fue de 7,51%, atribuible en el 81 por ciento al crecimiento de los precios de transporte, combustibles, energía eléctrica, alimentos y bebidas no alcohólicas.
En idioma de pueblo, se trata del alza de los precios del aceite, azúcar, café, huevos, frijoles y leche, alimentos básicos de la dieta familiar de cada día de las familias dominicanas.
El descontento de la población no es por gusto. A todas estas “subidas” se añade la tarifa del servicio eléctrico, en un 19%, de la cual Valdéz no hizo referencia y la situación con el incremento de los combustibles, aunque se han convertido vehículos al más barato gas natural, todavía los pasajeros no sienten alivio para cubrir los gastos de este servicio tan imprescindible en lo cotidiano.
Nada, que sigue sin dar la cuenta…
Lo que crece y lo que baja
LA VOZ DE LOS QUE NO LA TIENEN ||
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