San Luis.- Habrá un séptimo juego en la Serie Mundial y eso se debe a David Freese y a la tenacidad de los Cardenales de San Luis.
Freese pegó un jonrón decisivo en el undécimo inning y los Cardenales remontaron dos veces ante los Vigilantes de Texas para forzar un séptimo duelo al cantar victoria este jueves por 10-9 en tal vez uno de los grandes clásicos de la historia de las Grandes Ligas.
Los Vigilantes estuvieron a un strike de conquistar el primer campeonato de su historia en los innings noveno y décimo.
San Luis, sin embargo, no se rindió.
«Habría que haber estado aquí para creerlo», dijo el manager de los Cardenales, Tony La Russa.
Con el juego empatado 7-7 en el noveno y ante el relevista Neftalí Féliz, Freese remolcó dos carreras con un triple que bañó con lo justo al jardinero derecho Nelson Cruz.
En el décimo, tras un jonrón de dos carreras de Josh Hamilton para adelantar a Texas por 9-7, Ryan Theriot remolcó una anotación con una roleta y Lance Berkam lo empató 9-9 con un sencillo.
Freese tuvo la última palabra al abrir el 10mo con un cañonazo ante Mark Lowe.
«Vaya sensación increíble el poder ver a todos mis compañeros esperándome en el plato», dijo Freese, cuya camiseta quedó rota durante la celebración.
Fue algo sin precedentes por parte de los Cardenales, ya que ningún equipo había logrado remontar dos veces para tomar la delantera.
No se había visto un sexto juego tan electrizante desde el partido de 1991 en el que Kirby Puckett sacudió un jonrón en el 11mo inning para que los Mellizos de Minnesota derrotaran a los Bravos de Atlanta.
También está el sexto juego de 1986, en el que Medias Rojas de Boston dejó escapar una ventaja de dos carreras ante los Mets de Nueva York, un duelo recordado por el error de Bill Buckner. O el sexto de 1975, con el jonrón de Carlton Fisk frente a rojos de Cincinnati.
El séptimo juego se disputará este viernes. Habrá más acción, incluyendo más turnos de Albert Pujols con el uniforme de los Cardenales.
Matt Harrison será el abridor de los Vigilantes, La Russa se guardó su carta, pero quizás sea el as Chris Carpenter con tres días de descanso o Kyle Lohse.
Será la primera vez desde 2002 que el clásico alcanza el punto máximo. En la ocasión previa, los Angelinos de Los Angeles derrotaron a los Gigantes de San Francisco.
Texas no ha perdido dos juegos seguidos desde el 23-25 de octubre, pero falta por ver cómo responderán ante el mazazo que recibieron.
El viejo cliché de un juego no apto para cardíacos le cabe perfectamente a lo presenciado en el Busch Stadium, un memorable partido que de principio a fin dio la sensación que algo imprevisible estaba por ocurrir.
No fue un duelo que se caracterizó por la pulcritud, con errores al por mayor de ambos bandos. San Luis cometió tres errores en un juego del Clásico de Otoño por primera vez desde 1943. Texas también pifió dos veces, ambas de su primera base Michael Young, precipitando un par de carreras sucias.
El pandemonio fue total en un estadio atestado con una concurrencia de 47.315 aficionados.
San Luis usó siete lanzadores, con Jake Westbrook acreditándose la victoria.
Texas empleó a ocho y a Lowe le tocó cargar con la derrota.
Por los Cardenales, los dominicanos Rafael Furcal de 5-0; y Pujols de 5-1 con una carrera anotada. El puertorriqueño Yadier Molina de 4-1 con dos producidas. El mexicano García de 1-0.
Por los Vigilantes, los dominicanos Beltré de 6-1 con una anotada y una producida; Cruz de 6-1 con dos anotadas y una producida; y Esteban Germán de 1-0. Los venezolanos Elvis Andrus de 6-2 con una anotada; y Endy Chávez de 1-0.