Temor por sexualidad impide hombres someterse a vasectomía

Los escasos hombres que deciden someterse a una vasectomía (esterilización masculina), como procedimiento de planificación familiar, lo hacen porque sus parejas no pueden operarse o planificarse, ya que los métodos hormonales les producen efectos secundarios.
 
Esta es la principal causa por la cual muchos hombres la solicitan; pero, pese a que este programa de panificación es promovido hace más de tres décadas, el índice es muy bajo.
 
En el hospital de Pro familia que es donde más vasectomías se realizan, al año se verifican entre 60 a 80 intervenciones. La baja cantidad observada se atribuye al temor que tienen los hombres de que la cirugía les afecte la sexualidad y provoque algún problema a su virilidad. Otras cosas que influyen son: la falta de información, decisión y aprobación.
 
Entre los hombres que acuden a practicarse una vasectomía están los religiosos, que son misioneros y se preparan incluso sin tener hijos, porque andan predicando por diferentes países, lo que llevan a cabo de acuerdo con sus parejas.
 
La vasectomía como método de planificación familiar masculino es un procedimiento de carácter definitivo, el cual puede revertirse reconstruyendo de nuevo los conductos deferentes que son sesionados y que es por donde circulan los espermatozoides hacia el exterior.
 
Al aislarse los conductos, el hombre eyacula el semen normal, pero sin espermatozoides y se estima que después del procedimiento debe tener al menos 25 eyaculaciones para quedar totalmente limpio de espermas.
 
Mientras se cumple ese período el paciente debe usar un método de planificación, para evitar que su pareja quede embarazada y al final se le hace una prueba de esperma, a través de la cual se determina si ya no fecunda.
 
El urólogo Fausto Mejía, del equipo médico de la clínica de Profamilia, Evangelina Rodríguez, en la capital, explicó que los pacientes que solicitan el procedimiento están en su mayoría entre 25 a 45 años y que lo hacen de manera espontánea, o por recomendación de un amigo, su pareja o que ha escuchado sobre el método a través de programas de radio o televisión. En muchas ocasiones ocurre porque la pareja lo ha orientado.
 
Mejía describe la vasectomía como una cirugía sencilla que se hace debajo del escroto, donde mediante una punción se localizan y se cortan los conductos deferentes. La incisión es tan pequeña que no requiere sutura y el paciente es despachado a su casa de manera inmediata, porque el procedimiento es ambulatorio y solo dura cerca de 15 minutos.
 
Igualmente, no produce efectos secundarios, ni afecta la sexualidad, “como piensan algunos hombres”, porque lo único que se hace es bloquear el paso de los espermatozoides y los testículos siguen produciendo las hormonas que tienen que ver con la virilidad.
 
El especialista señala entre las ventajas el beneficio que proporciona al hombre, ya que estará estéril para siempre. El proceso debe ser acogido por individuos que ya tienen los hijos deseados.
 
Profamilia posee un programa de vasectomía, que antes se llamaba Programa de Servicio Integrado para el Hombre, mediante el cual ofrecen información, educación y difusión de lo que es el procedimiento y en qué consiste.
 
Para esto utilizan afiches, panfletos y programas de radio y televisión, donde los promotores acuden a orientar sobre ese método de planificación familiar.
 
También Salud Pública ejecuta un programa de vasectomía en algunos hospitales, como el San Lorenzo de Los Mina.
 
En Profamilia todos los hombres que solicitan planificarse, pasan primero por un proceso de consejería, en el que son evaluados y le ofrecen todas las informaciones sobre la intervención. Además, le contestan las inquietudes, para que esté totalmente enterado. El proceso se lleva a cabo junto a su pareja.
 
Pese a ser una cirugía sencilla y rápida la cantidad de hombres que se la practican es muy reducida, lo que se atribuye a la timidez de éstos para realizarse un chequeo médico. En tal sentido, la mujer está a la vanguardia en el control de la natalidad.
 
Todavía en el país no es frecuente el empleo de la vasectomía y en cuanto al promedio, en Pro familia que es donde más se realizan, la cifra es de 60 a 80 al año, lo que significa una reducida cantidad de masculinos que la solicitan.
 
Todo hombre que se va a practicarse una vasectomía tiene que firmar un documento que se llama “consentimiento voluntario informado”, donde aprueba la cirugía y está consciente de su contenido.
 
También algunos pacientes regresan para tratar de revertirla, porque han cambiado de pareja y quieren tener más hijos, por lo que se reconstruyen los conductos, denominado dicho proceso: “vaso vasectomía”.
 
El especialista Fausto Mejía refirió que la vasectomía es una planificación excelente: “ojalá los hombres se la hagan y no las mujeres, porque es menos complicado”. El costo de una vasectomía en Pro familia es de RD$ 7,000.

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