La Constitución dominicana nació meses después de la proclamación de la Independencia Nacional, específicamente el 6 de noviembre del 1844, en la ciudad de San Cristóbal, con la finalidad de regir y organizar las relaciones entre los poderes públicos y fijar los grandes principios del derecho de un Estado.
Con el deseo de crear reglas fundamentales y equitativas que garantizaran la estabilidad y mantenimiento de una nación libre, nuestra Carta Magna se nutrió de las leyes sustantivas de otras naciones como los Estados Unidos de Norteamérica, Francia y Cádiz de 1812.
Desde su nacimiento hasta la fecha, la Constitución dominicana ha sido modificada en más de 38 ocasiones por 14 gobiernos a lo largo de la historia republicana. Siendo la última ejecutada en enero del 2010. Calificada por la población como el proceso más largo de reforma constitucional jamás vivido en la historia del país.
Algunos artículos fueron motivo de candentes discusiones por parte de legisladores y juristas, además de la población, quien afirmaba que no se sentía identificada con los cambios adheridos a la Ley de leyes; no obstante, fue proclamada.
El nuevo texto, conformado por 278 artículos y 18 artículos transitorios, estrenó índices por primera vez y la Asamblea Nacional Revisora auguró que sería la más avanzada de la historia, mucho más que la de 1963 impulsada por el profesor Juan Bosch.
Sin embargo, es necesario preguntarse por qué durante la discusión de ésta, los ciudadanos protestaban argumentando que esa no era su Carta Magna y algunos juristas aún consideran que muchos aspectos no quedaron claros o que se violan derechos fundamentales de los ciudadanos.
Realmente, al cabo de 167 años, dominicanos y dominicanas contamos con una Constitución. La pregunta sigue siendo hasta dónde nos representa y si está acorde con los tiempos actuales…
