Brasilia.- El inicio del tratamiento contra un tumor por el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva (2003-2010) y la participación de la mandataria Dilma Rousseff en la sexta cumbre del G-20 destacaron esta semana en Brasil.
Antes de abandonar el hospital el martes pasado, tras recibir la primera sesión de quimioterapia contra un tumor en la laringe, detectado el fin de semana anterior, Lula grabó un vídeo en el que agradeció las muestras de solidaridad y afirmó estar preparado para vencer una batalla más.
«Estoy preparado para enfrentar una batalla más y creo que vamos a conseguir tirar de letra (como le dicen en Brasil a uno de los goles más bonitos y que se hace golpeando la bola después de dejarla pasar entre los pies y totalmente de espalda)», apuntó el exmandatario.
Para salir airoso en este nuevo desafío, el expresidente señaló que basta cumplir las recomendaciones médicas, hacer lo que sea necesario y subrayó que «no fue la primera y no será la última batalla que voy a enfrentar».
Lula reiteró el agradecimiento propio y el de su esposa, Marisa Leticia, por las manifestaciones de cariño, envió un beso e instó a encontrarse en la primera asamblea, el primer comicio, el primer acto público tras vencer esta batalla.
El expresidente mostró optimismo al aseverar que no existe espacio para lamentarse y si hoy el día hoy no fue bueno, tenemos que hacer con mucha garra que el de mañana sea mejor. «Sin perseverancia, sin persistencia, sin mucha garra, no se consigue nada. Y ningún ser humano puede dejar vencerse por un dolor, por un cáncer», sentenció.
Lula aprovechó la oportunidad para pedirle a los brasileños que crean en el país y que ayuden a la presidenta Dilma Rousseff, porque así es que Brasil va hacia adelante.
Precisamente, la mandataria brasileña lo visitó el lunes antes de viajar a Cannes, Francia, donde asistió este jueves y viernes en la sexta cumbre del G-20, las principales economías del mundo, que concluyó sin propuesta concreta alguna para solucionar la grave crisis financiera internacional y en particular la europea.
Antes de participar en la reunión cimera del G-20, Rousseff sostuvo un encuentro con sus homólogos del grupo Brics (Brasil, Rusia, India, China y Surafrica) a fin de adoptar una posición común ante los problemas que serían abordados por los líderes de las principales economías del mundo.
En declaraciones a la prensa, la mandataria descartó cualquier contribución de Brasil al fondo europeo para superar la adversa situación, mas respaldó el fortalecimiento del Fondo Monetario Internacional y su participación en la solución de la actual coyuntura.
Asimismo, Rousseff adelantó la posposición en dos semanas de la Conferencia Mundial de Naciones Unidas sobre Desarrollo Sostenible, Río+20, que en vez del 4 al 6 se realizará del 20 al 22 de junio de 2012, en Río de Janeiro. El cambio responde al objetivo de lograr una mayor participación de líderes mundiales en la cita.
