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Pelea Pacquiao-Márquez sigue en ojo del huracán

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Las Vegas.- La polémica y controvertida derrota del mexicano Juan Manuel Márquez contra el filipino Manny Pacquiao por puntos la noche del sábado en el hotel casino MGM Grand de esta ciudad, pone al boxeo profesional otra vez «en el ojo del huracán».

Pacman Pacquiao terminó arriba en dos tarjetas de los jueces, mientras otro dio empate para que el ídolo asiático retuviera el campeonato de peso welter de la Organización Mundial de Boxeo (OMB), en otro escándalo en la historia del deporte de los puños.

En el boxeo, como en todos los deportes profesionales, hay intereses millonarios, comerciales y deportivos, que confluyen en determinado momento en un evento y este fin de semana correspondió al tercer combate entre Márquez y Pacquiao.

Por la complejidad de sus practicantes (los boxeadores, la mayoría de bajo nivel económico), los intereses giran alrededor de promotores, entrenadores, mánagers, representantes y un factor fundamental en las últimas décadas, la televisión y su sistema de pago por evento.

La televisión se adueñó de espectáculos deportivos que generan pasión entre los aficionados, que sigue a sus ídolos en cualquier disciplina y que rebasa más allá de su práctica física para convertirse en una industria de millones de dólares.

En el pugilismo, la gran figura en la actualidad y generador de millones de billetes verdes para él y la gente a su alrededor es Manny Pacquiao, quien por su popularidad ganó un escaño en el Congreso de su natal Filipinas.

El Pacman es el peleador estelar de la promotora Top Rank que preside Bob Arum, el que llena arenas, el imán de taquilla como se reflejó ante una abarrotada Arena Garden del hotel casino MGM Grand y el que genera millones de dólares en el PPE, el lucrativo negocio de la televisión.

El boxeo profesional es un deporte de apreciación y cuando no se presenta un desenlace por nocaut, los tres jueces comisionados a la pelea deciden al ganador por las tarjetas calificadas round por round, hasta el límite pactado que es de 12 en títulos mundiales.

En ellos recae la responsabilidad de darle el triunfo a un peleador, de acuerdo a su criterio y forma de ver la pelea, de calificar cada tres minutos quién realizó mejor su labor arriba del ring y superó a su rival. Pero aquí entra un factor importante, los aficionados que acuden a las arenas para ver un espectáculo y a presenciar a su peleador favorito, a su compatriota o bien a sus ídolos, aunque en los espectadores no está la responsabilidad de conceder el triunfo al verdadero ganador.

En estas circunstancias, Manny Pacquiao, el perdedor en la pelea, pero ganador en las tarjetas de los jueces, fue abucheado por los fanáticos y no le reconocieron que terminara con los brazos en alto, y cuando habló sobre el ring, una rechifla no permitió escuchar sus palabras.

Los comunicadores especializados en boxeo también tienen sus opiniones y los dan a conocer en su medios electrónicos (televisión y radio), escritos y en la nueva tecnología de internet con las redes sociales.

En el boxeo profesional siempre ha habido resultados polémicos, con protagonistas que en su momento fueron un escándalo arriba y abajo del ring, con figuras de la talla de Joe Louis, Mike Tyson, Floyd Mayweather Jr, entre otros.

Ahora está en el «ojo del huracán» Manny Pacquiao, considerado el mejor del mundo kilo por kilo y que al menos la noche del sábado contra Juan Manuel Márquez no justificó ese nombramiento y fue favorecido por el triunfo.

Más allá del resultado deportivo, Pacquiao agregará a su cuenta bancaria aproximadamente 20 millones de dólares y Juan Manuel Márquez ocho millones de billetes verdes, aunque en el fervor y favoritismo de los aficionados el resultado fue un auténtico robo.

El mundo deportivo seguirá su rumbo y una de sus disciplinas más complejas y a la vez excitantes, el boxeo, una vez más «en el ojo del huracán» y así seguirá hasta el fin de los tiempos.

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