Santiago.- El obispo emérito de la Diócesis de Mao-Montecristi, monseñor Tomás Abréu Herrera, considera prudente que la Junta Central Electoral (JCE), conjuntamente con acuerdos de los partidos políticos, debe tratar de solucionar los problemas internos para que las elecciones presidenciales del año 2012, no se vean empañadas por denuncias de irregularidades.
“Esta Junta caminaba muy bien hasta que renunció el director de Cómputos (Miguel Ángel García), porque se han comenzado a sacar trapos sucios que antes no se veían y no aparecían”, afirmó.
El prelado dijo que lo mejor es que el organismo electoral asuma el papel que legalmente le corresponde y exhortó a los partidos políticos a ponerse de acuerdo, ya que ellos son los que tienen mayor interés que el proceso electoral sea exitoso.
El religioso sostuvo: “a todos nos interesa que las elecciones se realicen con normalidad, en paz y calma”. Sostuvo que debe cambiarse la percepción de la población sobre el trabajo del tribunal electoral, porque de lo contrario se volvería al pasado con las denuncias de fraude.