Edificio SCJ costó más RD$ mil millones presenta graves grietas

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El edificio que aloja la Suprema Corte de Justicia (SCJ), y la Procuraduría General de la República presenta graves grietas, al punto que el personal que allí labora ha entrado en pánico. La obra levantada a un costo de más RD$1,000 millones fue inaugurada por el Presidente de la República, Leonel Fernández, en enero del 2005.
 
La edificación está ubicada en el Centro de los Héroes, en un solar de 6,509.49 Mts2, con un área de construcción de 29,619.79 Mts2. Cuenta con ocho niveles, incluido el sótano.
 
En el primer nivel están los vestíbulos, control de entradas, auditorio, terraza para festejos, atrio central, cafetería, área de información, correspondencia y seguridad, entre otros servicios.
 
La inversión en el mobiliario ascendió a RD$70 millones. Los pisos revestidos de madera yatobá y la mayoría de los muebles son de piel grado 40 y corresponden a las marcas más destacadas a nivel internacional. Mientras que los cuadros y murales que adornan las salas pertenecen a los mejores pintores dominicanos.
 
La decoración interior de la sede del Poder Judicial estuvo a cargo de Margarita Gómez, una paisajista que fue vinculada, en aquel momento, al narcotraficante Quirino Ernesto Paulino Castillo, quien se encuentra preso en los Estados Unidos, acusado de introducir el mayor cargamento de drogas a esa nación, a través de la República Dominicana.
 
“Esta es, en fin, una obra levantada con altos niveles de modernidad que, habiéndose iniciado en el siglo 20, está dotada de la más avanzada tecnología que le permite enfrentar los grandes retos y desafíos del siglo 21”, expresó el presidente de la SCJ, Jorge Subero Isa, en su discurso inaugural.
 
Pese a ser levantado cumpliendo con los últimos requerimientos de las construcciones modernas, el pasado 20 de diciembre de 2011 los empleados de la Suprema Corte de Justicia y la Procuraduría General de la República salieron despavoridos, cuando el piso del cuarto nivel tomó aire y estalló, produciendo grietas en el piso.
 
El arquitecto José Lluberes, encargado de ingeniería de la institución, explicó que aunque la gente salió corriendo: “es normal que estos incidentes ocurran, pues en la biblioteca del lugar ha pasado en dos ocasiones”.