La “complacencia” con que se manejan algunos jueces interinos con las personas acusadas de narcotráfico ha hecho estallar al cardenal Nicolás de Jesús López Rodríguez, quien pidió a la Suprema Corte de Justicia (SCJ), prescindir de esos puestos judiciales.
El flagelo de las drogas está cercenando con la vida de nuestros jóvenes y la justicia debe jugar un papel primordial en estos temas. Los organismos de seguridad del Estado han anunciado en los últimos días el decomiso de más de dos mil kilos de estupefacientes; pero, nadie ha sido sometido a la justicia.
Es cierto que lo que se ha visto con el pasar del tiempo es que los jueces interinos son los que atienden “las papas calientes” que los titulares les dejan, no se sabe si por casualidad, o por “algún compromiso”.
Los jueces titulares son personas que se enferman y tienen familias, por lo que no sería conveniente suprimir la posición de sus suplentes, si no, no asignar a estos casos de envergaduras.
Entendemos la preocupación del prelado, quien siempre ha exteriorizado su pensar y ofrece las posibles soluciones de los casos que, en el momento, afectan la nación.
El Cardenal no legitima que muchos jueces interinos, según él, actúen con “cortesía” en los casos de “delincuentes y narcotraficantes” y hay que prestar atención a sus palabras.
La nueva Suprema Corte de Justicia tiene en su haber solucionar este problema, que podría convertirse en un conflicto mayor de no procederse con prontitud en los asuntos de los “complacientes” jueces interinos.