El obispo auxiliar de Santo Domingo, monseñor Francisco José Arnáiz, atribuyó a la impunidad y disfuncionalidad de la justicia, el desorden que impera en el país en todos los órdenes.
El dignatario de la iglesia católica exhortó a los nuevos jueces de las altas cortes a olvidarse de intereses particulares y privilegios y centrarse en hacer verdadera justicia.
En el oficio religioso dedicado al Día del Poder Judicial, Arnaiz dijo que la justicia aplicada actualmente es injusta, porque castiga con el mismo rigor al que se roba tres gallinas que a quien mató a su pareja o a un grupo de ciudadanos.
El obispo arremetió igualmente contra la gran crisis de moralidad que está detrás de la profunda crisis económica y financiera que sacude hoy al mundo.
Los inmorales están dispersos, alertó, se encuentran en el mundo de las ideologías, las finanzas, la política, la educación y los núcleos sociales.
A los nuevos jueces de las altas cortes, monseñor Arnáiz les pidió meditar sobre lo mal que anda la justicia en el país. El desorden en una nación refleja el mal trabajo de la justicia, cuando la sociedad se vuelve una selva y cada cual hace justicia por su cuenta, dijo.
