Ortega toma posesión en histórica plaza de Managua

Daniel Ortega renueva un segundo período presidencial en la plaza de la Revolución, donde en julio de 1979 miles de simpatizantes vitorearon a guerrilleros sandinistas que derrocaron a la dictadura de Anastasio Somoza en Nicaragua.
 
De 66 años de edad, el líder del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), y ex guerrillero, renueva este martes su mandato por cinco años con una envidiable cuota de poder, a través de una fracción parlamentaria con mayoría calificada.
 
Es un “hecho sin precedentes”: una victoria con el 62.4 por ciento de los votos en los comicios generales del 6 de noviembre pasado, afirmó en el acto de entrega de credenciales, la noche del lunes, el presidente del Consejo Supremo Electoral (CSE), Roberto Rivas.
 
La oposición ha seguido denunciado un supuesto “fraude”.
Ortega promete “la continuidad del proyecto cristiano, socialista y solidario” con el compromiso de “seguir siendo el mejor gobierno” de Nicaragua, según ha afirmado la primera dama y coordinadora del Consejo de Comunicación, Rosario Murillo.
 
Gracias a los programas sociales, gratuidad de la salud y educación, el mandatario duplicó el porcentaje de aceptación que tenía en enero de 2007 cuando ganó con el 38 por ciento de los votos, terminando el período con el 60.9 por ciento de aprobación.
 
El país “ha progresado” en estos últimos cinco años según el parecer del 70 por ciento de los nicaragüenses, de acuerdo con los resultados de una encuesta de la firma M&R de diciembre pasado.
 
Acorde con “los nuevos tiempos” y una buena dosis de pragmatismo, el ex guerrillero ha transformado su lenguaje, sus gestos e indumentaria desde poco antes de asumir el poder hace cinco años.
 
Hablando de paz, unidad, reconciliación y citando pasajes de la Biblia y el Papa Juan Pablo II en sus críticas “al capitalismo salvaje”, el mandatario centroamericano ha afianzado la estabilidad económica en un programa alineado con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
 
En 2011 una tasa de crecimiento económico del 4.5 por ciento y las proyecciones de 3.5 por ciento en este año, no ha sido impedimento para la ejecución de programas de alivio a la pobreza, financiados con fondos de la cooperación venezolana.
 
A su vez, una alianza con los empresarios privados ha sido garantía para que el sector “haya tenido los mejores años en la historia de Nicaragua”, afirmó el ex presidente del Banco Central y actual representante ante un organismo financiero, Francisco Mayorga.
 
El crecimiento económico “está acompañado de políticas de reducción de las desigualdades sociales” en el país, con el 43 por ciento de sus habitantes viviendo en la pobreza, expresó.
 
El “modelo de Poder Ciudadano” llevará a Nicaragua “por una ruta de desarrollo sostenible, justo, desde las alianzas y consensos que se seguirán promoviendo”, precisó Murillo.
 
A partir de hoy, agregó, la decisión es “continuar fortaleciendo el poder del Pueblo-Presidente” y los programas “que representan una mejoría en la vida de las familias nicaragüenses”.
 
El reto de la nueva administración sandinista es reducción la pobreza con políticas que aceleren el crecimiento económico a tasas del seis a siete por ciento, según la Fundación Nicaragüense para el Desarrollo Económico y Social (Funides).
 
Un informe del Banco Mundial estimó un 43 por ciento de pobreza en 2011, indicador que caería a 35 por ciento en 2031 con el actual ritmo de la economía nicaragüense y políticas complementarias a favor de los sectores más vulnerables de la sociedad.
 
De acuerdo con la Encuesta Nacional de Medición de Vida, la disminución de la pobreza ha sido de 5.8 puntos porcentuales y de 2.6 puntos en pobreza extrema.

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