Aunque los errores son humanos y, en el caso de quienes trabajamos para los medios de comunicación sabemos que sus publicaciones resultan fatales; no hay duda que cuando estos tienen lugar en la más alta representación del poder del Estado, resulta más que cuestionable.
Tantas personas alrededor de máximas figuras del Congreso debían vigilar, revisar, orientar y, en definitiva, cuidar los términos que se emplean por parte de esa entidad. De manera que debe servir de ejemplo acerca de lo que no puede jamás suceder, y menos aún cuando se habla del Padre de la Patria, Juan Pablo Duarte, de quien en un espacio pagado publicado en la prensa nacional, en la fecha de su natalicio, se escribe:
“Los dominicanos conmemoramos hoy el aniversario del fallecimiento del hombre que con sus ideas preclaras, su honorabilidad y su valentía se entregó a la noble tarea de cambiar el curso de la historia de su pueblo, inscribiéndolo en el honroso capítulo de la soberanía territorial y dotándolo de nacionalidad”.
La realidad es que este 26 de enero recordamos el 199 aniversario del nacimiento del héroe independentista, no su muerte.
No hay duda, necesitamos más dedicación al aprendizaje de nuestra historia y no sólo para aquellos que debe favorecer el 4% del PIB para la educación.
Nació, no murió
LA VOZ DE LOS QUE NO LA TIENEN ||
Story
Page