New England Patriots y New York Giants disputarán este domingo en el Lucas Oil de Indianápolis la 46ª edición de la Super Bowl, la gran final del fútbol americano estadounidense y que estará marcado por el enfrentamiento por Tom Brady y Eli Manning, dos de los mejores ‘quarterbacks’ del campeonato y por el ánimo de revancha de los ‘Pats’ por lo sucedido hace cuatro años.
En 2008, los Giants llegaban a la gran final con el papel de víctima ante Brady y sus chicos en Phoenix, pero sorprendieron a los por entonces favoritos, que se presentaban a ese encuentro invictos en toda la temporada, y se impusieron por un ajustado 17-14 para sumar su tercer trofeo Vince Lombardi tras un sensacional último cuarto.
Ahora, el favoritismo recae por igual, aunque en la Fase Regular la victoria fue nuevamente para los de Eli Manning por 24-20, un partido donde los dos ‘mariscales’ asumieron en los momentos decisivos los papeles de líderes que se les presuponen, por lo que esta Super Bowl se vuelve a presentar como un duelo estelar, y también un examen, entre ambos.
Brady, sin duda, es el mejor en su posición en el siglo XXI, busca igualar en cuatro campeonatos a leyendas como Joe Montana o Terry Bradshaw, y es más mediático (está casado con la modelo Gisele Bundchen), mientras que Eli Manning, el menor de la saga, quiere demostrar que es tan bueno como su rival, amparado en su gran campaña, sobre todo cuando la tensión en los partidos ha subido, y además juega en el estadio de su hermano Peyton.
Desde aquella final de febrero de 2008, ninguno de los dos equipos había vuelto a saborear una Super Bowl. Los ‘Pats’, a la caza de la cuarta en los últimos diez años, lo hicieron derrotando en la final de la Conferencia Americana a Baltimore Ravens (23-20), alargando a diez su racha de partidos seguidos ganados, y los Giants, con más sufrimiento en la final de la Nacional ante San Francisco 49ers por 20-17 tras una prórroga, la quinta consecutiva y la tercera a domicilio, todas ellas decisivas, primero para meterse en los ‘play-offs’ y luego para llegar a Indianápolis, deshaciéndose entre otros de los actuales campeones, Green Bay Packers.
Ambos acuden a la cita en buen momento, y con sus poderosos ataques dispuestos a brindar el mejor espectáculo posible, por lo que las defensas se presentan como vitales en esta final, y ahí la ventaja puede ser para los Nueva York, mucho más sólidos en este aspecto que su rival, algo criticado durante la temporada, sobre todo su secundaria, pero que apretó en esta faceta ante los Ravens.
Sin embargo, Bill Belichick, técnico de los Patriots, se tendrá que devanar los sesos para evitar que Manning pueda encontrar con facilidad a los receptores, que son muchos (Víctor Cruz, Hakeem Nicks o Mario Manningham), y frenar a todo un estratega ofensivo como es su homólogo, Tom Coughlin, con el que compartió estancia como coordinador en los 90 en los Giants.
En el bando de New England, Vince Wilfork tendrá la misión de estorbar todo lo posible a Eli Manning, y luego Brady buscará zafarse de la presión a la que le someterán para tratar de hallar a Wes Welker, Aaron Hernández y, sobre todo, Rob Gronkowsky, aunque este se lesionó ante los Ravens y empezó a entrenar a finales de esta semana, por lo que su estado físico es una duda, aunque todo apunta a que jugará.
MADONNA Y PUBLICIDAD
Finalmente, además del espectáculo deportivo, uno de los más vistos en el mundo, habrá el otro espectáculo, el que lideran los anuncios publicitarios, y el del descanso, papel que este año recaerá en la veterana cantante Madonna y los acróbatas de ‘El Circo del Sol’.
Los ingeniosos anuncios comerciales tienen un costo de entre US$2.8 y 3 millones por cada 30 segundos al aire y en septiembre pasado ya se había vendido un 90 por ciento del espacio disponible para las cuñas.
