Río de Janeiro.- El tradicional acto de entrega de llaves de la ciudad al Rey Momo dio inicio hoy oficialmente al carnaval de Río de Janeiro, que renovó los escenarios de su famosa fiesta para poder atraer más turistas.
«Le entrego la ciudad con el sambódromo renovado, con el Terreirao do Samba renovado, con los ‘blocos’ (comparsas) ya desfilando de forma organizada en las calles y con los bailes de salón revividos», afirmó el alcalde de Río, Eduardo Paes, al entregarle hoy simbólicamente el poder al Rey Momo, personaje encarnado por Milton Júnior, un gordo de aspecto bonachón y habilidoso bailarín.
Paes destacó en su discurso las inversiones hechas en el último año para reformar los escenarios de uno de los carnavales más famosos del mundo tanto para aumentar la capacidad de personas que pueden disfrutar la fiesta como para renovarlos de cara a los Juegos Olímpicos que la ciudad albergará en 2016.
El sambódromo, la avenida de 720 metros de longitud rodeada de graderíos y por la que desfilan las tradicionales escuelas de samba, fue sometido a una reforma para dejarlo tal y como fue concebido originalmente en los años 80 por el arquitecto Oscar Niemeyer y para aumentar su capacidad hasta 72.500 espectadores.
Las obras recién inauguradas convirtieron al sambódromo Marqués de Sapucaí en el primer escenario de los Juegos Olímpicos de Río en ser entregado, ya que el escenario de los desfiles de las escuelas de samba será la sede de las competiciones de tiro con arco en 2016 y la meta del maratón.
«El carnaval de este año es el de la renovación y de los grandes cambios. Renovamos la Marqués de Sapucaí para aumentar en 12.500 sus lugares, para que más personas de todo el mundo puedan asistir a esta gran fiesta», dijo a Efe el Rey Momo.
Las escuelas de samba, cuyo desfile sigue siendo el evento más atractivo del carnaval y el considerado mayor espectáculo del mundo al aire libre, se presentan en el sambódromo todas las noches del carnaval, pero las que más atraen público son las 13 que componen el llamado Grupo Especial, una especie de primera división, que compiten las noches del domingo y del lunes.
Las escuelas, integradas por hasta 6.000 músicos, bailarines y personajes de la farándula, los deportes y la política, ofrecen un espectáculo de luces, sonidos y colores con sus enormes carrozas alegóricas, sus disfraces y sus sambas de letra contagiosa.
La alcaldía también reformó y aumentó la capacidad del Terreirao do Samba, un coliseo para los bailes populares próximo al sambódromo, que funciona todas las noches del carnaval y en el se presentan orquestas a precios subsidiados.
Igualmente, para aumentar el público que puede disfrutar de las fiestas, la alcaldía autorizó a 476 «blocos» a desfilar este año en calles y avenidas.
Los «blocos», algunos de los cuales llegan a atraer hasta medio millón de personas, son los protagonistas del llamado «carnaval de la calle» debido a que, liderados por orquestas y equipados con poderosos amplificadores de sonido, recorren las vías públicas para la diversión gratuita de miles de cariocas y turistas.
La alcaldía también ha revivido año varios de los tradicionales bailes de salón, que atraen a lujosos hoteles y casas de fiesta a quienes quieren lucir los más llamativos disfraces.
Unos 850.000 turistas, entre ellos 250.000 extranjeros, según cálculos de la secretaría municipal de Turismo, se esperan para estos días en la ciudad y gastarán unos 620 millones de dólares.
La previsión de turistas es conservadora, así como lo fue el año pasado cuando la secretaría dijo esperar 756.000 visitantes y recibió un millón.
Para agradar a esos turistas, carteles de bienvenida y con declaraciones de amor a los visitantes fueron exhibidos hoy durante la entrega de las llaves de la ciudad al Rey Momo, que llegó al Palacio de la Ciudad en limusina y fue recibido por el alcalde en alfombra roja y con beso en la mano.
La fiesta de «transferencia de poder» fue animada por la banda oficial de la alcaldía y por la «batería» (orquesta) de la escuela de samba Beija-Flor, campeona del carnaval del año pasado. EFE
