En México, tras la reunión de autoridades de las mayores economías del mundo, se dijo lo que ya es un secreto a voces: “Europa está hoy en crisis y el G20 quiere salvarla, solo que aplazan hasta junio cualquier decisión sobre un eventual paquete de rescate”.
De estabilización también se conversa, o del deseo de alcanzarla. La región, por su parte, vive esos tiempos de “riesgos” por una “recaída”, que se nombra en voz baja, sin olvidar los espacios de “peligro”.
Quienes discuten sobre la economía global son precisamente esos ministros de Finanzas y jefes de bancos centrales de países “que concentran más del 80 por ciento del Producto Interno Bruto planetario”.
De acá, de la América nuestra, el gobernador del Banco de México Agustín Carstens confiesa que: “sigue implícita la inseguridad”, pero la considera más pequeña que otros ¿Será porque se ha sufrido tanto que ninguna pena es mayor?
Comentan los medios que “tal mesurado optimismo” fue el saldo que arrojó el encuentro de alto nivel de los países integrantes del G-20 bajo la presidencia azteca
¿Se avanzó algo? Tal vez en intentar dar al Fondo Monetario Internacional (FMI), más recursos “para contener la caída libre de la deuda soberana en el Viejo Continente”.
De todos modos, se sigue hablando de “buenas intenciones” y propuestas futuras, ah y de una nueva reunión ministerial del G-20 donde estará en el punto de las reflexiones: Grecia.
Entre desembolsos y augurios vivimos esperando soluciones, del G-20 y ¿qué más?
Finalmente ¿qué?
LA VOZ DE LOS QUE NO LA TIENEN ||
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