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Carta al doctor Peña Gómez

LA VOZ DE LOS QUE NO LA TIENEN ||
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Si usted, Dr. Peña, estuviera vivo, los suyos estaríamos celebrando su aniversario número 75, pero para nuestro lamento hace casi 14 años que nos abandono. El líder de muchos dominicanos, como los poetas, nació, creció y voló hacia las nubes para más tarde ocupar en el cielo el lugar que Dios le reservó.

Peña nació el 6 de marzo de 1937, pero nos dejó el 10 de mayo de 1998 y por ello familiares, amigos y la militancia de su partido, con varias actividades, lo recordaremos mezclando el dolor y la alegría un aniversario más de su natalicio.

Su vuelo, Peña, nos dejó un sabor amargo en nuestras gargantas y un dolor que aun nos embarga, porque perdimos al maestro y guía, dejando así de oler el perfume de la rosa blanca que por mucho tiempo adornó nuestro jardín.

Gracias, Peña por enseñarnos hacer política con altura, sin odio ni ofensas. Gracias Peña, porque a pesar del escarnio al que fuiste sometido por tus adversarios, te mantuviste, hasta la hora de tu partida, como el líder de masas más grandes que ha producido la historia de la República Dominicana.

Para muchos de nosotros, usted sigue siendo el estandarte, el hombre de corazón puro, el que nunca sintió animadversión y, quien con su ejemplo, enseñó a perdonar y a no guardar rencores al enemigo.

Cómo no recordar aquellos discursos que nos hacían vibrar de emociones y esa frase suya, que días antes de su partida dejó impresa con todo el amor que le caracterizó: “Mis enemigos pueden contar conmigo, porque yo los perdono”.

En este nuevo aniversario los perredeístas seguimos aferrados al amigo sincero y leal; al generoso y solidario; al artista y poeta y al símbolo del futuro del gobierno compartido que los dominicanos queremos construir.

A pesar de lo accidentada que fue su vida, usted nos dejó como legado su orgullo, testimonio y ejemplo; su valor y decisión, como muestras fehacientes de que vale la pena vivir.

Sabemos del drama que padeció y de los rigores del dolor que sufrió, cuando su familia muy pobre, se vio obligada a huir en 1937 de la persecución de las bestias trujillistas que habían propiciado una hecatombe humana en el país.

Los perredeístas jamás olvidaremos aquel 24 de abril, cuando llamaste al pueblo a resistir por la vuelta a la constitucionalidad.

Sepa usted, Peña que todavía le asumimos como el líder eterno del PRD. Júralo Peña, que el PRD y el ingeniero Hipólito Mejía, iniciarán la caminata hacia la toma del poder, el 20 de mayo de este año.

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