Las penas matan, dicen los abuelos. Los sufrimientos arremeten y tiran en el piso hasta a los más fuertes.
La sociedad dominicana sufre la pérdida física del empresario de la radio y la televisión, Rafael Corporán de los Santos. Su fallecimiento a causa de un infarto cardíaco deja “un hueco enorme” en los recuerdos de un país que lo vio avanzar, desde su humilde origen, hasta escalar a las cumbres de la opinión pública. Pero, los descalabros económicos no siempre pueden soportarse sin que se agudicen las enfermedades del alma y el cuerpo.
El imperio económico deja víctimas a su paso amenazador: caiga quien caiga y sin piedad. Corporán perdió más de 100 millones de pesos que había adquirido a través de su larga trayectoria de trabajo.
Dominicanas y dominicanos no pueden olvidar la red de estaciones radiales que operaban en todo el territorio nacional, teniendo como emisora matriz Radio Popular, en la capital dominicana, conocido como Circuito Corporán. Menos aún podrán dejar de pensar en él quienes recibieron servicios en favor de su comunidad, o fueron merecedores de donaciones, medicinas, comida y efectos del hogar.
Corporán de los Santos se va y con él se embarga una época de brillo maratónico, sumergidos en la ausencia de aquellos: “Sábado de Corporán”; “Sábado Chiquito” y “Sábado Joven”.
Los sábados extrañarán al protagonista que acumuló premios y la máxima distinción concedida por el gremio El Soberano, en retribución a su trayectoria. República Dominicana no debe olvidar al hombre luchador e incansable, cuyas adversidades económicas, sin duda, apresuraron la muerte.
¡Paz a su alma!
¿Qué mató a Corporán?
LA VOZ DE LOS QUE NO LA TIENEN ||
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