El comando de campaña de la seccional de Puerto Rico celebró una misa en memoria del natalicio del máximo líder del Partido Revolucionario Dominicano (PRD), José Francisco Peña Gómez, en la que participaron aspirantes a diputado de ultramar y alto dirigentes de esa organización partidaria.
La misa fue oficiada por el sacerdote Luis Cruz, quien enfatizó en su sermón que la unidad y el compromiso de todos los dominicanos con nuestra tierra es fundamental para tener un mejor país y Peña Gómez fue el que más procuró la unión y un mejor destino para su nación.
Tras terminada la eucarística, continúo la magistral conferencia dictada por Héctor Julio Hernández, sobre los efectos del liderazgo del Peña Gómez, en la que destacó su ingresó al PRD, el 5 de julio de 1961, para luchar contra los remanentes de la tiranía trujillista.
Hernández recordó que Peña Gómez fue un firme dirigente político al estallar la revolución civil de 1965, llamando al pueblo a movilizarse en defensa de la constitucionalidad perdida en 1963.
Sostuvo que fue también presidente del PRD desde 1986, vicepresidente de la Conferencia Permanente de Partidos Políticos de América Latina (COPPAL), vicepresidente de la Internacional Socialista (IS), vicepresidente de dicha organización para América Latina, vicepresidente de la Asociación Latinoamericana para la Defensa de los Derechos Humanos, miembro del consejo directivo del Instituto Latinoamericano de Estudios Políticos, Económicos y Sociales, miembro del Diálogo Interamericano, embajador en Italia, Francia y España.
Agregó que en el primer comité ejecutivo del PRD, Peña Gómez fue nombrado secretario de prensa y propaganda. En poco tiempo ascendió a la secretaría general, y compartió con el profesor Juan Bosch el liderazgo del partido. Luego del golpe de Estado que derrocó a Bosch, y que lo deportó al exterior, en 1963, Peña Gómez se convirtió en el líder principal del PRD en el país, lo que se consolidó con el alzamiento constitucionalista de abril de1965.
Resaltó que hoy por hoy José Francisco Peña Gómez es sinónimo de democracia, debido a sus discursos, vida, su poder de convocatoria y su gran oratoria, lo hacía llenar puentes y avenidas en tiempos de campaña electoral.