Sin duda, los problemas del agua y la seguridad alimentaria y nutricional son directamente proporcionales y es esta la razón por la cual la ONU promueve una discusión al respecto, durante la Conferencia sobre Desarrollo Sostenible (Río+20), que tendrá lugar durante los días 20 al 22 de junio próximo en Brasil.
Se trata de hablar acerca de los mil millones de personas hambrientas y unos 800 millones sin acceso a fuentes seguras del preciado líquido y el mensaje del secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon en este “Día Mundial del Agua”, está dirigido a más de 100 jefes de Estado y Gobierno que participarán en la cita brasileña a debatir lo que sin duda significa: alimentación y nutrición. Lo cual requiere de «un uso sostenible de nuestro recurso más agotable: el agua».
Habrá que dirigir el pensamiento de manera más abierta al proceso de la agricultura (mayor consumidor de ese recurso), y a todo el derroche que ocasiona la carencia de normas de ahorro y correcto empleo del valioso líquido que utilizamos con sabiduría «o fracasaremos en la lucha por acabar con el hambre y abriremos las puertas a otros males, como la sequía, la hambruna y la inestabilidad política», afirma Ki-moon.
Todo tiene que ver con el agua: el cambio climático y su impacto, así como los desafíos que “aumentan la competencia entre comunidades y países en busca de recursos hídricos y agravan viejos dilemas de seguridad y atentan contra los logros en materia del derecho a los alimentos, el agua y la salud».
La celebración del Día Internacional del Agua es, más que una fecha, un pretexto inapelable de reflexión que reta a la muerte: del planeta, de todos y todas.
Día del agua
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