Estos días que faltan para las próximas elecciones presidenciales los dominicanos deben tomarse las cosas con calma. Sabemos que la bulla, el caos del tránsito, el gentío por todas partes no es cosa que agrade mucho y hasta puede confundir a muchos a los que no se suman a las caravanas de los diferentes partidos, pero deben tomárselo con calma, una vez más.
Y lo decimos por la simple razón de que el próximo 20 de mayo se juega la permanencia de un cambio que mal que bien ha puesto no solo en el mapa del mundo a la Republica Dominicana sino que se han asentado las bases para que ese cambio siga corrigiendo lo que está mal, continuar lo que se ha estado haciendo bien y hacer lo que nunca se ha hecho.
Porque tomar el rumbo del camino malo es como retornar al punto de partida que tan lejos hemos ido dejando hace unos ocho anos. Es más, es irse algunos siglos hacia atrás, porque quien encarna la remota posibilidad de retornar al solio presidencial es en buen lenguaje popular un cohete explotado. No sirve más que para enviarlo a reciclar con las demás chatarras políticas que le acompañan en su peregrinar demagógico y populachero.
Tómenselo con calma el próximo 20 de mayo y vayan a las urnas contentos de tener una oportunidad única: la de enviar en el mismo barco que recoge los desperdicios históricos a más de un galeón en desuso. De esa manera otras nuevas generaciones tendrán la oportunidad de convertirse en nuevos gestores de sus partidos dejando atrás tanta ineficacia, ineptitud, latrocinio y oportunismo bueno para nada.
Es más, es tiempo de buscarse unos excelentes textos históricos dominicanos y releerse las páginas dedicadas a los tres gobiernos del partido de la involución dominicana y observar cómo han fracasado estrepitosamente en la imprescindible política económica, porque no han podido ni siquiera ayudado por brillantes economistas y técnicos superar su propia mediocridad y han sumido nuestro nunca bien amado país en caos y desordenes memorable que solo si como pueblos olvidamos esa historia estamos condenados a repetirla.
Y eso duele mucho así que tómenselo con calma y vayan el 20 de mayo a votar morado por un cambio seguro y verdadero cambio por Danilo y Margarita y no hay mas na casi parafraseando una popular salsa del Gran Combo borincano.
