El lunes 9 de abril del presente año, en la página 15-A del periódico Hoy, Ubi Rivas escribe un artículo infame, lleno de iniquidad y envidia. No solo eso, sino que considera “muchas de las pensiones otorgadas por el presidente doctor Leonel Fernández Reyna no son merecidas”.
La ofensiva contra los 43 periodistas, incluyendo algunas mujeres, busca satanizar esta iniciativa tomada por el primer mandatario para distinguir y reconocer por los méritos a estos hombres y mujeres que en el ejercicio profesional en las redacciones de los periódicos, radio y televisión hacen aportes a la sociedad. Es una mentira vulgar propia de un amargado hipócrita como Rivas afirmar que “quien tiene que pensionar a los periodistas cuando su edad, tiempo en servicio o su limitación física lo justifique, es la empresa donde laboraran”.
Lo ideal sería que fuera el colegio y no el gobierno que asumiera eso y como se sabe el colegio no tiene recursos económicos porque los propietarios de los medios no pagan el medio por ciento de la publicidad que ordena la ley desde 1991.
El colmo es que con toda naturalidad Rivas trata de justificar la pensión que el mismo revela “le otorgó el presidente Fernández Reyna.”
Según el autor de este artículo “los casos como el del suscrito que el presidente Leonel Fernández pensionó hace cuatro años es diferente porque responde a los colaboradores de los periódicos, que no figuramos en planilla de ninguna empresa, somos independientes, productores de espacios electrónicos y tenemos la edad reglamentaria para merecer una pensión que corresponde al Estado, porque de no hacerse, entonces quedamos al pairo”.
Para este pelafustán que usa los periódicos y otros espacios para proyectar su figura aunque que tenga que vender su alma al diablo, su pensión es buena y las pensiones de los 43 periodistas favorecidos por un decreto del presidente Fernández Reyna son malas. Si Rivas tuviera una pica de vergüenza y dignidad en el mismo artículo renunciara a su pensión que orgullosamente exhibe porque la suya y las de los otros fueron avaladas por el mismo gobierno y el mismo presidente Fernández Reyna.
El sadismo inhumano de Rivas llega tan lejos que plantea “son pertinencias para que el próximo presidente de la República, Danilo Medina ordene, coteje y anule las pensiones indebidas que corresponden a las empresas y disponga otras que han sido ignoradas adrede y que sí califican por edad, tiempo de servicio y limitaciones físicas, no por dádiva política del Colegio de Periodistas”.
La llamada dádiva de las pensiones sugeridas por el CDP aprobadas por el presidente Fernández Reyna es la misma dádiva (lista) que se envió al Palacio Nacional cuando él fue favorecido. Me gustaría leer u oír la opinión de Rivas en relación con la merecida y justa pensión que beneficia a la madre de su esposa Virginia Goris, doña Pía Rodríguez.
Una máxima popular dice “los ingratos no tienen memoria” esto encaja perfectamente a Rivas, que sin ser periodista de ejercicio, sino un colaborador de periódicos se proyecta posicionándose en la sociedad obteniendo beneficios colaterales de publicidad en los programas que él dice haber tenido o tiene.
La comisión del CDP que tuvo a su cargo elaborar la lista de los 43 periodistas pensionados revisó cada uno de los casos verificando los documentos y diagnósticos de enfermedades en su mayoría catastróficas que merecen las pensiones. ¿Cuál es el afán de Rivas en descalificarlas? Podría haber una sola razón: Que su esposa Virginia Goris no ha sido favorecida, a pesar de los esfuerzos y presiones ejercidas para que se le otorgue.
Virginia Goris y todos los periodistas tienen derecho a eso sin que nadie los descalifique.
El CDP tiene más de 300 periodistas con enfermedades diversas que merecen ser pensionados y si el presidente poco a poco contribuye a solucionar esto, se le debe agradecer sin que eso sea una dádiva, sino un acto de solidaridad y humanismo de un mandatario amigo de los periodistas y del CDP que defendió en los tribunales la colegiación para que se lograr mediante una ley. En las batallas por la colegiación Ubi estuvo ausente haciéndole coro a los que se oponían a esta conquista.
La Biblia en el salmo 37 expresa “no te impacientes a causa de los malignos, ni tenga envidia de los que hacen iniquidad. Porque como hierba serán pronto cortados, y como la hierba verde se secarán”. Ubi Rivas, es una de esa hierba mala que nos gastamos y tenemos que soportar los periodistas que no tienen otra riqueza que la honradez, la transparencia y el ejemplo de trabajar sin descanso, mientras una minoría incluyendo a Rivas se dan la ducha de la vida.
Así es la vida y así son los mediocres.
La pensión de Ubi Rivas
LA VOZ DE LOS QUE NO LA TIENEN ||
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