Botín gubernamental

LA VOZ DE LOS QUE NO LA TIENEN ||

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A solo  dos días de celebrarse  la fiesta de “la democracia”, este domingo  20 de mayo, muchos de los que habitan  estos 48,000 kilómetros cuadrados coincidirán  en que los candidatos presidenciales  de los partidos Revolucionario Dominicano (PRD), y de la Liberación Dominicana (PLD), Hipólito Mejía y Danilo Medina, respectivamente, han repartido el botín gubernamental, es decir los puestos del Estado.
 
Quien se menciona para ocupar la función del actual director de Prensa, Publicidad y Relaciones Públicas de la Presidencia  en el Gobierno de Medina, es Roberto Rodríguez De Marchena, quien fungió en la campaña como  vocero del candidato presidencial del Partido de la Liberación Dominicana.
 
No obstante, en el posible Gobierno de Hipólito Mejía,  quien obtendría ese puesto de director sería su vocero y compadre Héctor Guzmán, junto a  Bonaparte Gautreaux Piñeiro.
 
En el ámbito educativo  estaría Radhamés Camacho en el mandato de Medina y en el del PRD se habla del autor de: ‘Pisar los dedos de Dios’, Andrés L. Mateo, para ocupar el Ministerio de Educación en dicho período.
 
Bautista Rojas Gómez, en un gobierno del  ex secretario técnico de la presidencia, seguiría frente  al Ministerio de Salud Pública (MSP),  según algunas voces del PLD.
 
En la parte económica, en caso de que Hipólito Mejía sea el Presidente de la República en el período (2012-2016), quien asumiría el Ministerio de Finanzas sería el  actual presidente  de la Comisión Económica perredeísta,  Arturo Martínez Moya.  El empresario Tony Isa Conde ocuparía esta  posición en el cuatrienio del sanjuanero Danilo Medina.
 
A esta posible repartición  de puestos en el Estado, por parte de los candidatos de presidenciales de los partidos mayoritarios, el Partido Reformista Social Cristiano (PRSC), no se queda fuera, ya que desde que falleció Joaquín Balaguer le están prestando los votos al PLD y al PRD a cambio de tocar parte del botín gubernamental, tanto en el partido morado como en el blanco.
 
Solo queda preguntarse ¿habrá tantos puestos en el Gobierno para el gran número de personas que apuestan a los blancos y a los morados?