Damasco.- El secuestro de 11 peregrinos chiítas libaneses en Siria este martes tiene poca repercusión este miércoles en medios periodísticos locales que consideran el hecho como encaminado a exacerbar las tensiones religiosas.
El plagio ocurrido la víspera en la ciudad de Alepo, al norte de Siria, causó violentas protestas en el vecino Líbano, sacudido en días recientes por enfrentamientos entre grupos contrarios y partidarios del gobierno del presidente Bashar al-Assad.
Según fuentes de la cancillería libanesa, el grupo de secuestrados será liberado en las próximas horas luego de negociaciones emprendidas con el llamado el Ejército Sirio Libre (ESL), agrupación que prosigue sus acciones contra la población civil.
Mientras la prensa siria destaca declaraciones del jeque Nassan Nasrala, líder de Jezbolá, la poderosa milicia chií libanesa, quien pidió calma luego de ocurrir bloqueos de carreteras y quema de neumáticos en Beirut en protesta por la acción contra los peregrinos.
