Como dice el viejo adagio: el asunto no es llegar, sino mantenerse y sobre todo hacerlo bien. Será el próximo 16 de agosto, que el presidente electo, Danilo Medina, se posesione frente de los destinos del país y comience a andar ese camino de problemas sociales, económicos y claro está, políticos, que significan enormes retos y, como han planteado algunos analistas, un verdadero enfrentamiento con varias de las estructuras actuales del poder.
Para el politólogo Daniel Pou, el Presidente tiene que darle un giro de 180 grados a dos pilares fundamentales: “el Estado de derecho y la erradicación de la impunidad”. Sin embargo, otro especialista en el tema, José Antinoe Fiallo, no observa “perspectivas de cambios sustanciales para las problemáticas nacionales”.
¿Un nuevo rostro del gobierno del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), donde el slogan de cambiar lo mal hecho y seguir lo que está bien se pierde en intrincados símbolos? ¿Más de lo mismo, en el decir de Eduardo Galiano cuando habla de democracia?
En verdad, millones de miradas están dirigidas a Medina, quien proclamó durante la celebración de su triunfo que pactará para “corregir” las problemáticas de la electricidad, la educación y la fiscal. También habló de los “jóvenes bien formados y educados”, con sus respectivos empleos; de dignificar a las mujeres; de apoyo al turismo, las industrias, zonas francas y el libre comercio entre Haití y la República Dominicana.
En fin, a todo esto y más se ha referido Danilo Medina y, sin duda, el propio tema del 4% para la educación- espina punzante que hiere a cada dominicano-, sigue siendo de esas promesas imprescindibles y pospuestas por una razón u otra en su imprescindible cumplimiento.
¿Podrá con todo esto Danilo Medina cuando asuma la silla presidencial en agosto próximo?
¿Podrá Danilo Medina?
LA VOZ DE LOS QUE NO LA TIENEN ||
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