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Si sacan a Miguel Vargas, al PRD no le va a ir bien (II)

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DominicanosHoy continúa ofreciendo una serie de reportajes sobre los candidatos presidenciales que no han contado con el apoyo de los presidentes de sus respectivos partidos, especialmente en los últimos dos lustros de la vida democrática en la República Dominicana.
 
Esta vez contamos con las opiniones del  veterano comunicador, Julio Hazim,  conductor del programa de televisión Revista 110, así como de los reconocidos sociólogos Pedro Catrain y César Pérez.
 
Hazim recuerda que la  historia dominicana ha demostrado que: “no le ha ido bien” a los dirigentes políticos que han apoyado abiertamente a partidos contrarios al suyo. Añade que no solo se ha dado el caso de los presidentes que no han respaldado a los aspirantes de su organización política, sino que han existido diferencias entre los propios partidos y sus postulantes.
 
Puso como primer ejemplo al organizador del partido Unión Cívica Dominicana (UCD),  Buenaventura Sánchez Félix, a quien nunca le gustó un buen vicepresidente, sino que  siempre buscó un hombre “sin nombre” y desconocido.
 
Sostuvo que después, en 1966, el líder y fundador del Partido Reformista Social Cristiano (PRSC), doctor Joaquín Balaguer, asumió el poder  con el compromiso de apoyar a Francisco Augusto Lora, quien al no recibir el apoyo de aquel se fue solo con el Movimiento de Integración Democrática (MIDA), y un grupo de reformistas.
 
Indicó Hazim que luego, en 1973, se produjo la división del Partido Revolucionario Dominicano (PRD), y al año siguiente, el Partido de la Liberación Dominicana (PLD), con Juan Bosch a la cabeza, acudió a sus primeras elecciones, donde sacó 17 mil votos. En 1986, el entonces Presidente de la República, Salvador Jorge Blanco, no apoyó a Jacobo Majluta y perdió  porque prefirió el éxito de Balaguer, con quien le fue muy mal, tal y como podría sucederle a Miguel Vargas ahora, por no adherirse a Hipólito Mejía, puntualiza el entrevistado.
 
“En  el año 1986 ganó Balaguer porque a Majluta no lo apoyó su partido. Luego, en 1990, él y José Francisco Peña Gómez  se dividen. Allí Bosch logra una votación masiva, mientras que Peña y Majluta consiguen una insignificante”.
 
El comunicador narró que más tarde, en 1994, Balaguer le gana a Peña y se habla del fraude. Modifican la Constitución y aúpa, dos más tarde, en 1996, a Leonel Fernández, quien resulta ganador. “En ese ínterin Balaguer no aprueba al candidato de su propio partido,  Jacinto Peynado, no por traidor, sino porque desde un principio sabía que éste no iba a ganar. No le importó votar, contrario a lo ocurrido en la actualidad, donde por lo menos Vargas Maldonado sufragó a favor de su partido”.
 
Subrayó Julito Hazim que en el 2000,  Hipólito Mejía ganó las elecciones presidenciales de manera arrolladora. En 2004, Leonel Fernández triunfó en primera vuelta y se reeligió en 2008, año en el cual el PRD llevó como candidato presidencial a Miguel Vargas: “Entonces, una parte de esa organización partidaria, incluyendo a Hernani Salazar, hombre de confianza de Mejía, no se sumó a la candidatura de su aspirante”.
 
En 2011, se enfrentan en una convención interna Vargas Maldonado e Hipólito Mejía, resultando vencedor este último. Se alegaron irregularidades, debido a que supuestamente habrían votado más de 200 mil peledeístas a favor de la candidatura del ex presidente.
 
Según criterio del productor de Revista 110, otro fue el caso de Fernando Álvarez Bogaert, quien abandonó el Partido Reformista y pasó al PRD, con Peña Gómez: “y pasó sin penas, ni glorias”.
 
Concluye Hazim que el caso de Miguel Vargas es diferente a los demás líderes que no han apoyado a los candidatos de sus partidos, porque a su juicio éste era el candidato natural del PRD para los recientes comicios; pero, le  usurparon la oportunidad: “eso es lo que no se quiere decir. Porque se le tiene miedo a Hipólito Mejía, quien logró la mayor unificación de su partido en las elecciones.  El único que no se sumó fue Vargas Maldonado; pero, no se fue en contra. Si lo botan, al PRD no le va a ir bien”.
 
Pedro Catrain
 
De su lado, el politólogo y sociólogo Pedro Catrain recuerda que en el caso de Augusto Lora, éste  cometió el error de decir que el líder reformista Joaquín Balaguer  era un “monstruo de siete cabezas”, luego de lo cual se fue a fundar el MIDA, que inicialmente fue un movimiento antireeleccionista que no tuvo suerte, por la intención de Balaguer de perpetuarse en el poder.
 
Según su opinión similar suerte corrieron dentro del PRSC los dirigentes Jacinto Peynado y Fernando Álvarez Bogaert. Mencionó la decisión de Balaguer de buscar una alianza con el Partido de la Liberación Dominicana (PLD), en función del odio que le tenía  a Bogaert, quien al irse de su lado fue a las elecciones como  candidato vicepresidencial de Peña Gómez (en el  PRD), en las elecciones de 1994.
 
Catrain subraya que en ese momento Peña Gómez estaba en una fase terminal de su salud, y si ganaba las elecciones su sucesor, sería Álvarez Bogaert, un ex dirigente reformista odiado por Balaguer.
 
Sobre Peynado explicó que éste fue un empresario que logró una base importante dentro del PRSC y también fue bloqueado por Balaguer, quien al referirse a Leonel Fernández reafirmó que “había encontrado un gallito que no era de su traba” y prefirió entregarle la sucesión política, en lugar del candidato de su partido.
 
El politólogo destaca dentro de las “extrañas jugadas políticas” el caso  Miguel Vargas Maldonado e Hipólito Mejía, donde  razona que el primero ha confundido la política con los asuntos empresariales y ha desarrollado un liderazgo sobre la base de lo que catalogó como: “el nuevo PRD”, desconociendo los dirigentes tradicionales y emergentes.
 
Argumentó que fue muy recordada la convención donde Vargas Maldonado escogió desde arriba los candidatos a diputados, senadores, regidores y síndicos para las elecciones de medio término de 2010, en cuyo proceso incorporó personas sin tradición en el PRD, como Víctor Gómez Casanova y Kalil Michel.
 
Catrain entiende, además, que  Miguel Vargas  tuvo el repudio de sectores económicos, lo que fue aprovechado por Hipólito Mejía para conseguir la candidatura presidencial del PRD con el apoyo de esos grupos.
 
“Yo creo que Miguel Vargas cometió una cadena de errores. No participó en las elecciones: todo el mundo sabe que hubo alianzas soterradas, sobre todo con el presidente Leonel Fernández y como favoreció a la selección de los miembros de las  llamadas altas cortes.
 
Esa situación ha provocado que muchos en el PRD estén pidiendo su cabeza.
 
“Miguel Vargas Maldonado será un político ya fracasado, sin ningún tipo de perspectivas en los próximos años”, sentenció finalmente Pedro Catrain.
 
César Pérez
 
El también sociólogo César Pérez confesó al respecto que no tiene conocimiento acerca de que  en la historia dominicana  un presidente de un partido haya hecho causa común contra su propia organización política. Opina que el aislamiento de Vargas Maldonado jugó un papel  importante en la derrota  del PRD en las elecciones del pasado 20 de mayo.
 
“Los perredeístas deben pasar factura al presidente del partido blanco”, añade y rememora que  Vargas Maldonado se negó a reconocer el triunfo de Hipólito Mejía en la convención del 2011, donde el ex mandatario  resultó electo candidato presidencial del PRD.
 
César Pérez cataloga como otra mala señal enviada por Vargas Maldonado el hecho de que, aunque votó por Mejía, lo hizo a las 5:15 de la tarde, cuarenta y cinco minutos antes de cerrarse la votación en los colegios electorales.

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