Este 30 de mayo se conmemora el 51 aniversario del ajusticiamiento del tirano Rafael Leónidas Trujillo Molina, quien gobernó con puño de hierro los destinos de la nación, aplicando los métodos más crueles de terrorismo de Estado y una especial voluntad homicida para eliminar a quienes tuvieron el valor y el civismo de oponerse a su régimen.
Este hecho marcó el inicio de la democracia en República Dominicana y constituyó el avance del progreso institucional, debido a que dio apertura a la celebración de las elecciones periódicas, lo cual permite alternabilidad en el poder y otros aspectos en las libertades civiles y políticas.
Sin embargo, este acontecimiento tan significativo para el país es ignorado por una parte de la presente generación, quien adolece de amplio conocimiento sobre la dictadura que durante más de tres décadas mantuvo subyugado a un pueblo humilde y trabajador.
Lamentablemente, muchos jóvenes no se interesan por conocer la historia de su patria y las vicisitudes que vivieron sus antepasados para llegar a ser lo que hoy somos, pese a que cuentan con herramientas de estudio tan eficientes como la internet.
Esperamos que en los centros educativos y en las universidades insistan en instruir sobre los hechos que dieron lugar a que naciera esta sociedad democrática y libre, ya que el pueblo que no conoce su historia está condenado a repetirla.
Estaríamos condenados a repetirla…
LA VOZ DE LOS QUE NO LA TIENEN ||
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