El mal manejo de las emociones podría ser la causa principal de la alta incidencia de violencia social, intrafamiliar y de género, cuya condición está estrechamente relacionada con los constantes homicidios ocurridos en el país.
Si a esto se agrega que la persona violenta cuenta con la facilidad de poseer un arma de fuego, se dispararían los niveles de crímenes causados por conflictos que fácilmente pudieron ser resueltos.
En ese sentido, el presidente de la Sociedad Dominicana de Psiquiatría, José Miguel Gómez Montero, consideró que solo una minoría de la población dominicana está apta para portar armas de fuego, debido a que en los últimos tiempos la violencia se ha convertido en parte de la cultura del país.
El psiquiatra destacó que los dominicanos tienen un temperamento explosivo, que puede detonar no solo en un tapón, sino en un colmadón, escuela, reunión, discoteca o cualquier otro sitio, por pequeñas diferencias que podrían ser negociadas y solucionadas conversando calmadamente.
Gómez Montero comentó que las consecuencias que provoca una persona impulsiva y armada son graves, debido a que cometería un crimen sin ningún reparo.
Desarme
En cuanto a la intención del Ministerio de Interior y Policía de desarmar a la población sostuvo que lo primero que debería plantearse la institución es una legislación que realmente regule la tenencia y porte de armas, a fin de que no todo el que quiera exhibirla, pueda hacerlo.
El especialista de la salud mental aclaró que aunque la Sociedad Dominicana de Psiquiatría y el Ministerio de Interior y Policía mantienen un convenio, con el propósito de que la persona que desee portar un arma de fuego sea sometido a una evaluación psiquiátrica, reconoció que en muchas ocasiones no son acogidas las recomendaciones del médico al momento de conceder el permiso.
“Esto es algo muy delicado, porque un individuo con mal manejo de la ira; que se descontrola fácilmente no debe poseer arma de fuego hasta que no se trabaje esa conducta y, además, debe contar con asistencia médica periódicamente para ver su evolución y determinar si está apto”, afirmó el galeno.
No obstante, se mostró de acuerdo a que si se logra desarmar a una gran parte de la población podrían disminuir los actos violentos como atracos, asaltos y robos.
De acuerdo a las estadísticas del Ministerio de Interior y Policía, para enero del 2012 había en el país 270 mil armas de fuego legales, mientras que las ilegales se escapan al conteo de la entidad.
En el 2011, la Policía recuperó 45 pistolas, dos escopetas y apresó a 38 personas, durante operativos en los barrios Guachupita, Los Pinos, Gualey, Capotillo, Simón Bolívar, Los Guandules y 24 de Abril, entre otros.
Los artefactos recuperados estaban reportados como robados en asaltos y a miembros de la Policía y las Fuerzas Armadas.
En 2010 se usó un arma de fuego en el 66% de los 2,472 crímenes reportados por la Procuraduría, y en 2011 en un 63% de los 2,513 homicidios.
Sin embargo, el presidente de la Sociedad Dominicana de Criminología, Wilfredo Mora, opina que el desarme de la población no será efectivo hasta que el Gobierno cuente con estudios reales en los cuales basarse para enfrentar el contrabando fronterizo, e impedir que la policía participe en la venta de armas.
«El Gobierno quiere quitar las armas, pero ¿quién las vende en este país?: la Policía. Vaya al Palacio de la Policía y párese en la esquina, y mire a su alrededor para que usted vea cuántas armerías hay… pregunte quiénes son los dueños «, cuestionó el experto en armas.
Falta de control sobre emociones genera violencia
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