Varsovia.- Portugal logró el pase a semifinales gracias a un soberbio cabezazo de Cristiano Ronaldo, en un partido en el que los lusos fueron muy superiores a una República Checa pobre técnicamente, aunque el gol portugués se hizo esperar hasta el final, después de dos palos de CR7 y varios paradones de Petr Cech.
El meta checo del Chelsea fue un muro hasta el minuto 79, cuando Ronaldo supo sacar fruto de un centro medido del mejor centrocampista portugués, Moutinho, para marcar el gol que deja fuera a los de Michal Bilek justo cuando ya se mascaba la prórroga.
Lo cierto es que a los lusos les constó entrar en el juego y no fue hasta la mitad de la primera parte cuando empezaron a sentirse más cómodos, sobre todo gracias a Coentrao, quien en esos compases iniciales fue el portugués más metido en el partido junto con Cristiano Ronaldo y Nani.
Por su parte, la República Checa pasó de estar mejor posicionada y dominar el balón en gran parte de la primera parte a hacerse cada vez más pequeña, en muchos casos sin llegar a enlazar más de tres pases seguidos, y a encerrarse ante el claro control portugués.
Gracias a las recuperaciones y rápidos contraataques Portugal se acercó en numerosas ocasiones a la portería de Cech, casi siempre con las botas de CR7 y Nani como protagonistas de las ofensivas lusas.
El delantero del Real Madrid fue apareciendo más y más conforme avanzaba el partido, haciendo valer su velocidad y su envergadura ante la defensa checa, a la que superó en varias ocasiones sin demasiada dificultad.
En una de esas, Cristiano estuvo a punto de marcar después de controlar dentro del área con el pecho y, sin dejarla caer, pasársela por encima para lanzar un fuerte disparo que se estrelló en el palo izquierdo.
El esférico volvió a estrellarse otra vez en el palo izquierdo de Chech en un potente lanzamiento de falta de CR7, esta vez en el arranque de la segunda parte, desde varios metros de la frontal del área grande.
Otra de las acciones que Ronaldo se sacó de la chistera podría haberse convertido en el gol del campeonato, cuando en una maniobra brillante se inventó una chilena como para rematar a un centro pasado, y el esférico no encontró finalmente portería.
El dominio portugués se hizo claro en la segunda parte, cuando los de Paulo Bento se lanzaron al ataque con más convicción e, incluso, vieron como en el minuto 60 se les anulaba un gol, tras un cabezazo de Almeida en fuera de juego.
Pero era cuestión de tiempo que Portugal marcase, ya que fue superior a su rival en todos los aspectos del juego, aunque es cierto que podría haber sacado más partido de la mayor calidad de sus jugadores y que sufrió para meter el gol porque sus dos hombres más determinantes, Cristiano y Nani, no acababan de encontrar espacios para atacar con comodidad.
Poco pudo hacer la República Checa, pobre técnicamente y más con la ausencia de Rosicky, que logro aguantar gran parte del partido gracias a la sobriedad de Cech, un correcto Selassie, la calidad de Plasil y la competitividad de Jirasek.
La cara negativa del encuentro es la lesión del media punta portugués Postiga, quien se retiró en la primera parte, después de echarse la mano al muslo sin participar en ese momento en ninguna jugada, y podría perderse el partido de semifinales.
Portugal espera ahora al ganador de la eliminatoria que el sábado jugarán España y Francia.