Meditabundo: De la extorsión al cambio

LA VOZ DE LOS QUE NO LA TIENEN ||

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El compañero en la campaña electoral presidencial, cuando consigue el cargo en la administración pública va a lo que quiere, “lo mío”. Da a entender una cosa no haciendo más que indicarla ligeramente. Adapta cierta actitud prometedora y amorosa, o en otra manera introduce en el ánimo un afecto, virtud. Hasta inicia algo de forma apenas perceptible, todo para recibir dinero. Es la conocida extorsión. Sistema de corrupción entronizada en el humano carente de valores morales. Evidencia que no creció en lo espiritual, las buenas costumbres del mos latín, moral. Se quedó en la posibilidad de ser hombre, está en la materia, es al que llamamos varón.
 
La extorsión no deja huellas visibles, nada escrito, lo que protege contra la acusación. Solicitar prueba al extorsionado, es esperar que un jumento cante un merengue. Es un caso cerrado y continúa el azote planificado de corrupción.
 
No ha habido ni habrá un ser humano que pueda borrar, hacer desaparecer como que no hizo, lo que la naturaleza le repudia, sus acciones deshonestas, degradantes.
 
Perversidades de plena ignorancia, falta de conocimiento de la esencia de la vida del ser humano que no se conoce a sí mismo. Con sus ansias de poder si pudiera doblegaría a Dios a hacer su voluntad. La debilidad viciosa en contra de la razón.
 
Pierde la condición humana, nada de principios y honor. Vender su alma, muerto en vida al no tener la libertad interior de ser honesto consigo mismo.
 
La administración pública estará en el ejercicio honesto cuando una generación Duartiana ejerza el control de la administración política. Viviremos el verdadero cambio, hijo de la mente sana, donde no habitan ideas de peculado e injusticia sociales que tiene la noble visión, luz, ideas que eliminan las miserias humanas. Divorciada de grupos partidarios con intereses egoístas sin escrúpulos.
 
Un Duartiano no se traicionaría a sí mismo, su moral ama la vida de los demás. Un fiel cumplidor del Decálogo Duartiano:
 
1-Ama a su Patria con amor invariable y entrega total.
 
2-Tiene fe en su pueblo y su destino.
 
3-Jamás permitirá que ninguna porción de su territorio sea cedida a alguna nación.
4-Respeta la ley y es la reguladora de las relaciones sociales.
 
5-Considera a la política como una de las más nobles actividades humanas. La ejercerá con desinterés económico, justicia y patriotismo.
 
6-Considera a la libertad como lo más preciado de la vida.
 
7-Lucha por la unión de todos los dominicanos, sin tener en cuenta la clase a que pertenezcan.
 
8-Considera a la justicia como el primer deber del hombre y el fundamento de la felicidad social.
 
9-Lucha por una sociedad libre de privilegios políticos o económicos que se opongan a la unión armoniosa de todas las clases sociales.
 
10-Considera a Dios, a la libertad y a la Patria como los supremos intereses del pueblo dominicano.
 
Creemos en lo que nos presenta la historia de los pueblos, la nuestra en parte la hemos vivido. Creemos en la bondad fundamental de la humanidad, el conjunto del bien supera al del mal. Vivimos la tendencia a tomar las cosas en su aspecto más favorable, A confiar en el porvenir. Creo firmemente que Duarte vive y hemos visto su juventud en protestas justas, triunfantes. No olvidar. ¿Quiénes salvaron el sistema acuífero de Los Haitises?
Nuestro invitado de hoy Juan Pablo Duarte: Seguid jóvenes amigos, dulce esperanza de la Patria mía, seguid con tesón y ardor en la hermosa carrera que habéis emprendido y alcanzar la gloria de dar cima a la grandiosa obra de nuestra regeneración política, de nuestra Independencia Nacional, única garantía de las libertades.
El autor es vicealmirante retirado de la Marina de Guerra.