Si bien la violencia se señorea por las calles de la nación dominicana, Bonao, en la provincia Monseñor Nouel, está a la cabeza de actos criminales insólitos, como el asesinato a puñaladas de un profesor, el robo a Héctor Acosta, el Torito, figura insigne de la cultura en República Dominicana y nacido en dicha localidad. Al parecer, hasta el momento, a las autoridades se les ha ido todo de las manos.
Esta tendencia tiene ecos en el profundo sur de Barahona, que en la últimas horas registró la muerte de dos obreros en una fábrica; el atraco a colmados y asaltos en las calles a pacíficos transeúntes. La delincuencia no tiene pare a todo lo largo y ancho del territorio nacional.
Y, lamentablemente, no hay una política para enfrentar ese rosario de delincuencia común y criminalidad que afecta a todos y todas sin distinción de edades y género.
Encima, en las últimas horas cinco mujeres han sido asesinadas por sus actuales o exparejas, lo que indica que la violencia intrafamiliar acelera su paso, dejando víctimas y hogares huérfanos.
El pequeño hijo de un colega le aseguró que no confiaba en nadie que se le acercara en las calles, que no fuera conocido, pues temía las intenciones de aquel y eso- apuntaba el periodista padre-, implica que un adolescente no se siente seguro en su propia tierra ¿Qué hacer? ¿Cuál debe ser el futuro, si la seguridad de la existencia peligra y los niños y niñas viven con temor?
O se erigen políticas de Gobierno que corten de raíz estos males, o no sabemos cuál será el mañana en República Dominicana.
Bonao y el país: SOS
LA VOZ DE LOS QUE NO LA TIENEN ||
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