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La odisea de atravesar el puente de la 17

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Cruzar el puente Francisco del Rosario Sánchez, mejor conocido como el de la 17, entre las 7:00 y las 8:45 de la mañana, se ha convertido en un dolor de cabeza para los residentes de la provincia Santo Domingo, por el desorden originado en el tránsito de vehículos a esa hora del día.
 
Igual situación se observa entre las 4:30 y 6:30 de la tarde, cuando las personas retornan a sus hogares luego de cumplir con sus obligaciones laborales, de estudios, u otras diligencias en el Distrito Nacional.
 
Los contratiempos para atravesar el viaducto son originados, principalmente, por la aglomeración de vehículos justo en el cabezal oriental de la vía, donde los choferes disputan los pasajeros que a esa hora de la mañana tratan de conseguir un asiento en el transporte público.
 
La imprudencia manifestada por los conductores del concho hace que la situación se haga cada vez más caótica, debido a que en ocasiones transitan en vía contraria para adelantarse a otros vehículos, lo que obliga a que se atraviesen en medio de la calle originando grandes taponamientos.
 
Para los transeúntes, el desorden lo ocasionan los miembros de la Autoridad Metropolitana de Transporte (AMET), entidad que no dispone de un personal que ayude a controlar el flujo de automóviles a esa hora pico.
 
El problema en esta ruta es permanente y se estima que es causado por el creciente parque vehicular en la República Dominicana, puesto que esta demarcación concentra una gran cantidad de habitantes.
 
A ese punto del puente Francisco del Rosario Sánchez se mueven, mayormente, personas que viven en los sectores Los Tres Brazos, La Ciénaga y otros barrios de Los Minas levantados en las proximidades de este lugar.
 
La lucha entre los choferes por conseguir pasajeros, los lleva a ocupar hasta tres carriles en la misma cabecera del puente, lo que obstaculiza el libre tránsito de personas y vehículos, situación que diariamente desconcierta a los que por allí se mueven.
 
Este desorden ocurre pese a que el Ministerio de Obras Públicas puso a funcionar el llamado carril contra flujo en esta vía, que es ejecutado entre la 7:00 y la 9:00 de la mañana, mediante el cual se permite el tránsito este-oeste en los horarios señalados.
 
La mayoría de los residentes en la provincia Santo Domingo dependen del transporte público, por cuya condición están destinados a perder gran parte de la mañana en un tapón que al parecer no tiene solución.
 
Juana López, quien vive en el sector El Tamarindo, explicó que pasar el puente es la parte más traumática en el trayecto hacia su trabajo y que el caos que allí se forma es insoportable, porque aunque tiene su propio transporte, debe salir antes de las 7:00am, para poder llegar a tiempo a su trabajo.
 
Mientras que Felicia Pérez, vecina del municipio de Guerra, narró que caminar por ese punto: “es como pasar el Niágara en bicicleta antes de llegar a mi trabajo”. Atribuyó esa situación a la imprudencia de los conductores de carros públicos.
 
Aunque el problema del tránsito en la República Dominicana es cada vez más grave y anárquico, las autoridades competentes y la Dirección General de Tránsito Terrestre, quien tiene a su cargo el otorgamiento de las licencias de conducir, nunca se han preocupado por incluir un programa de educación vial al peatón, sino que las reglas que enseñan son puramente de señales de tránsito.
 
En la generalidad de los casos, los choferes obtienen el permiso sin estudiar el manual del conductor. De igual forma, en las denominadas escuelas de conductores sólo se limitan a orientar sobre las preguntas que pueden salir en el examen teórico.
 
A esto se suma la inoperancia de las federaciones y sindicatos de transporte, que toda la vida han sacado jugosos beneficios de los gobiernos de turno, puesto que en nada contribuyen con la educación de sus trabajadores, a fin de que respeten la Ley de Tránsito.
 
Posibles medidas
 
Es necesario que debido al acelerado crecimiento del parque de vehículos en los últimos años, las autoridades impulsen una modificación a la legislación 241, sobre Tránsito, para que en el programa de educación elemental se incluya la instrucción vial.
 
A todo ello se añade la opinión de una parte de la ciudadanía y expertos en transporte público de pasajeros, acerca de unificar las instituciones responsabilizadas de regular el tránsito, ya que de esa manera sería más eficiente y controlado este renglón que afecta día a día a la sociedad dominicana.

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