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Alaban hermosura estadio de Kansas

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Kansas City.- En un evento repleto de luminarias, pocas brillaron más que el escenario de la celebración.

El Kauffman Stadium de Kansas City, que por tercera vez en su historia acogió el Juego de Estrellas de Grandes Ligas, puede considerarse un estelar entre sus colegas del béisbol profesional.

Aunque su cédula de identidad y electoral dice que nació en 1973, un par de muy caras operaciones estéticas recientes rejuvenecieron por completo el parque de los Reales de Kansas City, dotándolo de una envidiable combinación de belleza, modernismo e historia.

«El K», que tuvo un costo de construcción de 70 millones de dólares hace 39 años, fue sometido a una remodelación (reconstrucción debería ser la palabra más adecuada) de 250 millones entre 2007 y 2009 que lo convirtieron en la joya de la corona de los parques «viejos» de las ligas mayores.

El edificio tiene capacidad para 40 mil fanáticos, pero con suficientes espacios y desahogo para albergar un par de miles más que simplemente lo pasean y disfrutan durante la celebración de un partido. El constante movimiento por pasillos, terrazas, tiendas y miradores fue la norma durante los tres días de las festividades del Juego de Estrellas del 2012.

El diseño del Kauffman Stadium da la sensación de que ninguna de sus butacas está alejada de la acción. La enorme pantalla JumboTron, que por su altura de 105 pies es única, con su enorme corona de cuatro picos es impresionante. El monstruoso aparato digital costó casi $9 millones de dólares y es manejado por un personal de 17 personas durante los partidos.

Uno de los rasgos más distintivos del Kauffman son las fuentes que adornan sus jardines. La del jardín derecho, conocida como «Agua Espectacular» es un homenaje a la naturaleza y la vida. Una sinfonía de agua y luces que produce en los que la observan una sensación de frescura en los ardientes días del verano del medioeste norteamericano.

De acuerdo a récords públicos, Kansas City posee más de 200 fuentes –número solamente superado en el mundo por Roma, la capital de Italia– y «Agua Espectacular» es la fuente privada más grande del planeta.

Todos sus detalles y atributos, viejos y nuevos, hicieron del Kauffman Stadium una elección fácil a la hora de asignar el Juego de Estrellas del 2012, que durante tres días convirtió al edificio en la salida 9 de la Interestatal 70 en el corazón de las Grandes Ligas, igual que Kansas City es llamada el corazón de Estados Unidos.

Lamentablemente para los aficionados de Kansas City, los Reales no han ofrecido muchas razones en los últimos años para aprovechar más a menudo las bondades del paraiso llamado Kauffman Stadium.

Los Reales tienen nueve temporadas consecutivas jugando béisbol perdedor y apenas una vez quedaron por encima de .500 (83-79, .512) en los últimos 18 años. Kansas no juega en playoffs desde 1985, cuando ganó su única Serie Mundial en 44 años de existencia.

Para no perder la costumbre, los locales volvieron a estar del lado perdedor el martes, cuando la Liga Nacional aplastó 8-0 a la Liga Americana en el Juego de Estrellas #83.
Fue la tercera victoria consecutiva para el vievo circuito, que automáticamente obtuvo la ventaja de la casa para la próxima Serie Mundial.

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