Vientiane.- La secretaria norteamericana de Estado, Hillary Clinton, se marchó de Laos dejando detrás un paquete de promesas, peticiones y sugerencias, según refleja un comunicado conjunto difundido hoy aquí.
En pocas horas de estancia, dedicadas a conversar con su par cambodiano, Thongloun Sisoulith, expresó el compromiso de su gobierno de cooperar en la desactivación de bombas sin estallar lanzadas por la aviación estadounidense durante la pasada guerra.
De acuerdo con datos oficiales, más de dos millones de toneladas de explosivos letales, incluidos los de fragmentación, llovieron sobre el país indochino. Se trata de una cifra considerada la mitad del total del empleo global de tales artefactos.
Como consecuencia de ello unos 87 mil kilómetros cuadrados de territorio, en buena parte, campos de cultivos, están contaminados por municiones sin estallar, que continúan hiriendo o matando alrededor de 100 personas cada año.
A juzgar por el comunicado, Laos aceptó la solicitud de cooperación para el rastreo de restos de militares de Estados Unidos desaparecidos a lo largo de los años del conflicto bélico que concluyó en 1975.
Ambas partes se comprometieron en una colaboración en el combate al contrabando de drogas y esforzarse en establecer una cámara de comercio laosiano-estadounidense para impulsar el comercio y la inversión.
El también viceprimer ministro Sisoulith apreció la exclusión de Laos de los países sujetos por Washington a embargo comercial y la concesión de créditos, y agradeció el apoyo a la solicitud de Laos de ingresar a la Organización Mundial de Comercio.
Clinton sugirió a su interlocutor aplazar por 10 años el proyecto hidroeléctrico de Xayaburi, que aprovecharía las aguas del río Mekong, aunque innecesariamente, pues las autoridades detuvieron su construcción, respondiendo a una recomendación experta del conjunto de países vinculados a esa vital corriente fluvial.