El 16 de agosto del presente año etrenamos siente nuevo diputados de ultramar, logrado con el esfuerzo mancomunado de todos y con el voto de los dominicanos que abrazamos la idea de tener representantes en el congreso nacional.
Sobre pasamos las posiciones de quienes miraron este proyecto como innecesario y absurdo, como un gran disparate, creado con la única intensión de dilapidar los recursos del Estado. (Una repartición entre los miembros de los partidos de los bienes del Estado).
Ya los tenemos y somos nosotros los miembros de diáspora los que debemos mantener esta realidad con ideas que den luces a nuevos proyectos que nos pongan en condiciones de obtener los beneficios que esta empresa puede darnos.
En ese sentido, debemos continuar la lucha para ampliar la posibilidad de nuevos diputados y de tener dos o tres senadores en vez de uno. Hay que poner en nuestra mente que nosotros enviamos más de 3.000 millones de dólares a la RD y si a esto le agregamos la gran cantidad de comida y ropa, estaríamos hablando de más de 4,000 millones de dólares.
Soy partidario de un senador y diputado más para la circunscripción número dos, uno en Florida, uno en Puerto Rico y un tercero para el resto del área, creo merecedora de un senador y otro diputado para la circunscripción numero uno, Igualmente pido los mismo para Europa. Por lo tanto, somos merecedores de una mayor representación siempre que los diputados y diputada que ya tenemos se ganen el respeto y la consideración de los votantes de ultramar.
Los diputados electos deben convertirse en abanderados de proyectos sociales que mejoren la calidad de vida de los dominicanos, enfocándose en el mejoramiento de la salud, educación y fuentes de trabajo: Asumiendo una actitud anti-corrupción, exigiendo la institucionalidad del país.
Nuestros diputados deben abocarse a la creación de ante-proyectos que ayuden al regreso de los dominicanos que deseen regresar a su tierra y a crear las condiciones para que otros no tomen la amarga decisión de abandonar su país.
Nuestros diputados deben mirar el descrédito y la falta de confianza que vive el congreso actual, para actuar con más visión frente a las tareas que la sociedad está poniendo en sus manos; nuestros diputados deben entender que seremos vigilantes y centinelas de sus pasos por el congreso.
Este proyecto de los diputados ya está parado, necesita para sostenerse la participación activa de los dominicanos de ultramar, requerirá de sus proyectos, sus ideas y de la solidaridad en los momentos de chantajes y presión del gobierno, de los corruptos del sector privado, del narcotráfico y de las ambiciones personales de ellos mismos.
Todos debemos estimularnos y presentar propuestas para enfrentar la realidad que vivimos, en ese orden trabajo en el desarrollo de un proyecto de viviendas para los dominicanos de ultramar y estoy abierto a escuchar ideas, a sentarme con quien quieras, para que sea presentado por la bancada de nuestros diputados y aprobado por el congreso; Esto lo hago consciente de que solo los proyectos que aprueben en beneficios de nosotros será lo único que podremos tocar con las manos.
Los mismos diputados deben tomar la iniciativa creando el proyecto de nuevos diputados y senadores y desarrollar encuentros semestrales con los votantes y representantes de instituciones que permitan el acercamiento y el cruce de las ideas que den al trate con proyectos productivo para nuestra comunidad.
El momento está llegando y los diputados deben darnos un poco de de sus ideas, hablándonos de sus propuestas y escuchando nuestras inquietudes, y así crear un clima de confianza que permita armonizar los proyectos que presenten los diputados de la diáspora.