¿Y ahora los rusos?

LA VOZ DE LOS QUE NO LA TIENEN ||

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No es noticia para la sociedad dominicana el aumento del consumo y tráfico de drogas en el país. Tampoco lo son las múltiples manifestaciones de violencia y formas “novedosas” de asesinatos,  ajustes de cuentas y mucho más, que superan las películas de los últimos tiempos.
 
Pero, la escalofriante realidad de que operaciones de mafias como la rusa se hayan ligado a los cárteles mexicanos, pone un punto tenebroso- otro más-, en el camino de las drogas, asentadas aquí, debido a la ventaja territorial, que han convertido al país en centro de la migración del narcotráfico internacional en el Caribe.
 
«Tenemos en el país la infiltración de las peores mafias tradicionales, como la rusa y de cárteles agresivos como el de Sinaloa y los Zetas, de México», aseguró Marino Vinicio Castillo, asesor del Gobierno dominicano en materia antidrogas.
 
Y como si fuera un círculo vicioso que concluye siempre en el mismo punto, la referencia a los aproximadamente 300 mil jóvenes adictos recuerda lo que sigue siendo un llamado nacional a lo imprescindible de incrementar fondos para la educación y proporcionar a niños, niñas, adolescentes y jóvenes un camino de superación y esparcimiento que les ocupe el tiempo libre y les impida caer en los vicios y la delincuencia.
 
De puente, sin abandonar este concepto, en el territorio nacional el consumo se ha incrementado de tal manera que ni aviones Tucanos, ni los no piloteados, ni medida alguna esgrimida hasta la fecha han imposibilitado que exista “un movimiento de cerca de dos millones de contenedores, una estructura de zona franca inmensa, producción agrícola, cinco aeropuertos internacionales”, todo lo cual, según Vinicio Castillo, ha desarrollado un mercado interno en el que se inmiscuyen miembros de “las Fuerzas
Armadas, Policía, partidos políticos, negocios, banca y el mercado inmobiliario”.
 
La pregunta sigue siendo si los esfuerzos del Gobierno dominicano y las instituciones correspondientes lograrán enfrentar con resultados los crímenes de las drogas, sobre todo ahora, con la inclusión de los rusos, cuyo “modus operandi”, deja mucho que desear en   este oscuro mundo.