Otra vez el país ocupa el banquillo de los acusados, en esta ocasión inculpado por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CorteIDH), por las expulsiones masivas de haitianos que han tenido lugar debido a “motivos raciales”, según apunta el comunicado, en una de cuyas partes relaciona “las características fenotípicas y el color más oscuro de la piel” como elementos determinantes para tales acciones.
El organismo internacional refiere varias decenas de personas que sufrieron detenciones arbitrarias y fueron expulsadas del territorio dominicano hacia Haití en 1994, 1995, 1998, 1999 y 2000. Afirman que dichas expulsiones fueron colectivas y masivas y que afectaron por igual a documentados e indocumentados, muchos de ellos con “residencia permanente y un vínculo estrecho de relaciones laborales y familiares con la República Dominicana».
De manera que el Estado dominicano deberá responder ante la Corte el próximo 12 de julio; en tanto recomiendan permitir que todas las víctimas que todavía se encuentran en Haití puedan regresar.
Simultáneamente a esto, en Boca Chica, el sacerdote de la Caleta, provincia Santo Domingo, Francis Haver, quien asegura tener descendencia haitiana, expresó que ese pueblo debía ponerse de rodillas y pedir perdón a los dominicanos, por la ocupación de 22 años que fue víctima la República Dominicana (1822-1844).
Más allá de la opinión de quienes hablan de violaciones de los derechos humanos de haitianos residentes en el país y de la propia opinión del religioso, el tema- siempre vigente-, debe ocupar un primer escaño en los debates entre las autoridades de ambos países. Las interioridades y características de las relaciones dominico- haitianas son más profundas, históricas, culturales y con el sello indiscutible de la frontera.
La solución no está en llevar al país a una corte. Habría que hacer lo mismo con Estados Unidos, España, Francia y todos los que no aparecen juzgados y, sin embargo, hay que ver cuánta responsabilidad tienen en el tema.
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