La respuesta social al perfil de salud dominicano, caracterizado por altas tasas de mortalidad materna e infantil y por la presencia de enfermedades prevenibles, ha sido un modelo de atención con un acceso inequitativo a los servicios y a la protección de salud, fundamentalmente para las poblaciones más pobres y vulnerables, con mayor probabilidad de enfermar y morir.
Así lo afirma una investigación publicada este lunes por el Observatorio Político Dominicano (OPD), de la Fundación Global Democracia y Desarrollo (FUNGLODE), que destaca los avances, controversias y retos de la Atención Primaria en Salud en República Dominicana, y que además, recoge recomendaciones de organismos internacionales en la materia.
El estudio, realizado por Katherine Then, investigadora de la Unidad de Políticas Públicas del OPD, resalta que según el Ministerio de Salud Pública, otra debilidad del modelo de atención primaria ha sido la escasa participación de la comunidad en el proceso de planificación, control, evaluación y fiscalización de los servicios.
Además, se añade la ausencia de una sectorización de la población, que establezca una responsabilidad geográfica poblacional para el personal de salud.
El documento explica que las Unidades de Atención Primaria (UNAP) deben vigilar y atender de forma integral la salud de los afiliados al Régimen Subsidiado del Sistema Dominicano de Seguridad Social (SDSS). Asimismo, señala que a la fecha, existen 1,658 UNAP en todo el territorio nacional, y que de éstas, 786 están instaladas en zonas rurales y las restantes 872 en zonas urbanas.
Sin embargo, “el país enfrenta el reto de enfocar las UNAP hacia las grandes zonas urbanas, donde se concentra la mayor parte de la población. Esto implica un gran esfuerzo de construcción y desarrollo de infraestructuras para poder desplazar los equipos de salud hacia el interior de esas poblaciones extremadamente pobres”, puntualiza el estudio.
Otros desafíos
En 2008 se desarrolló el Foro Nacional de APS República Dominicana, con la finalidad de analizar y discutir con las autoridades nacionales, provinciales y municipales, las características e integración de la atención primaria en el Sistema Nacional de Salud y en las políticas públicas.
La investigación destaca como desafíos identificados, “fortalecer la unificación de criterios y la operatividad del proceso, generar un compromiso con la población, independientemente del régimen de aseguramiento y de las instituciones públicas y privadas, trabajar en aspectos como recursos humanos, gestión, redes y servicios, financiamiento y calidad”, entre otros.
Polémica
La investigación contiene un análisis de 800 informaciones publicadas por los principales medios de comunicación escrita, desde 2007 a la fecha, que “arroja varios argumentos de oposición importantes en contra de las UNAP”.
“Varios sectores entendían que los auspiciadores de este nuevo modelo olvidan que el proyecto original diseñado en Alma-Ata, devino en un verdadero fracaso por la ausencia de voluntad política para su ejecución por parte de la mayoría de los gobiernos”.
Agrega que “otra postura es la asumida por la Asociación de Clínicas Privadasy el Colegio Médico Dominicano, de que con esta medida el Consejo Nacional de la Seguridad Social volvía a amenazar la existencia de esos centros de salud”.
Mientras que “el otro lado del debate lo conformaron las entidades oficiales, encabezadas por el Ministerio de Salud Pública, quienes en todo el proceso se han mantenido firmes en reafirmar que el Primer Nivel de Atención seguiría siendo una prioridad para el sistema sanitario de la República Dominicana”, puntualiza la investigación.
La Ley General de Salud No. 42-01, de 2001, introduce la atención primaria como eje fundamental del sistema. En 2007, el hoy Ministerio de Salud Pública inició la instalación de las Unidades de Atención Primaria (UNAP).
Revelan debilidades Modelo Atención Primaria Salud RD
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