Escogen a Jiménez en Salon Fama San Pedro

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San Pedro de Macorís.- El ex pelotero profesional Elvio Jiménez, uno de los pocos bateadores de más de 500 imparables en la pelota profesional dominicana, fue electo para ingresar este año al Salón de la Fama de Deportistas Petromacorisanos.
 
La escogencia de Jiménez lo convierte en el primero que logra la distinción de un total de ocho personalidades del deporte de esta provincia que serán exaltados, entre ex atletas y propulsores.
 
La información la suministró el ingeniero Juan Erick Yermenos, presidente del Salón de la Fama de Deportistas Petromacorisanos, a través de un despacho de prensa.
 
Jiménez, quien en sus años de jugador fue conocido con el sobre nombre de “El Mulito”, será inmortalizado en el IV Ceremonial previsto para efectuarse el domingo 9 de septiembre a partir de las 11:00 de la mañana en el solemne acto que tendrá lugar en el Salón San Pedro del Hotel Macoríx.
 
Yermenos sostuvo que el Comité de Selección trabaja intensamente en la escogencia de los restantes siete próximos inmortales.
 
Jiménez nació el 6 de enero de 1940 en San Pedro de Macoris. Es otro de los tantos deportistas petromacorisanos que tendrán la doble condición de inmortales, ya que en el año 2000 fue ingresado al Pabellón de la Fama del Deporte Dominicano, en su condición de ex pelotero y entrenador.
 
El hermano menor del también doble inmortal Manuel Emilio Jiménez (El Mulo) se destacó como jugador en la pelota profesional de República Dominicana, donde jugó por espacio de 15 temporadas, ocho de ellas desempeñándose en el bosque izquierdo con los Tigres del Licey.
 
Considerado como un sólido bateador de líneas, Elvio fue un jugador que se crecía en los momentos de presión. En el país debutó en la campaña 1958-59, pero fue a partir del siguiente año y hasta el 1970-71 que estuvo como regular en los jardines del equipo felino.
 
Al finalizar su carrera acumuló 527 incogibles, uno de los mayores totales en historia del juego. Terminó con un respetable .270 de promedio. Anotnó 168 carreras y entre sus imparables pegó 77 dobletes, 15 triples y 12 jonrones. Sumó además una respetable cifra de 207 carreras remolcadas.
 
En el momento del retiro sus 527 hits era una de las cifras más altas en el cuadro de todos los tiempos. En dos temporadas remolcó más de 10 carreras, siendo su cifra tope 32 en 1964-65 y 30 en 1968-69.
 
Su despegue comenzó en 1959-60 y hasta 1970-71 fue uno de los bateadores más respetables con el uniforme de los Tigres.
 
En los Estados Unidos, Jiménez accionó en 13 temporadas, logrando un promedio de bateo de 313, fruto de 1903 hits en 6086 turnos oficiales.
 
Jugando con el Columbus en la Liga Internacional de clasificación triple A, Jiménez conquisto la corona de bateo con promedio de 340.
 
Su única oportunidad en Grandes Ligas, la tuvo al final de la campaña de 1964 con los Yanquis de Nueva York, y disparo 2 incogibles en 6 turnos.
 
Después pasó a jugar en la  Liga de México, para finalizar su carrera como jugador en la liga de Verano del Cibao. Compilada todo su actuación ofensiva, promedió 305 de average.
 
Cuando estaba en el esplendor de su carrera, no pudo actuar debido a la suspensión por razones políticas de los torneos de 1961-62, 1962-63 y 1965-66, no hubo béisbol de invierno. Esas cancelaciones de los torneos motivó que Jiménez se fuera a jugar a Venezuela con los Tigres de Aragua y para demostrar que estaba en la cúspide de su carrera, ese año de 1965-66 bateó .346 .
 
Jiménez se dedicó luego de su retiro al trabajo de buscatalentos, consiguiendo logros las firmas de los hermanos Pedro y Ramón Martínez, ambos para los Dodgers de Los Angeles.
 
También se desempeñó por más de 15 años como coach, mayormente de banca, de los Tigres, equipo que además llegó a dirigir en varias ocasiones, sobre todo de manera interina.