Como almas perdidas, divagan por las calles de Santo Domingo y demás provincias de República Dominicana, una gran cantidad de enfermos mentales, desequilibrados, muchos de ellos perturbados en su mayoría por las drogas y el alcohol.
La Sociedad Dominicana de Psiquiatría estima que un 10% de la población sufre de demencia, situación agravada, sin que se observe una auténtica preocupación de las autoridades por llevar estos seres humanos a un lugar seguro donde reciban las debidas atenciones.
Recientemente, los medios de comunicación dieron cuenta de una señora que deambulaba desnuda en las calles de Hato Mayor, mientras la gente se preguntaba dónde estaban las autoridades competentes para evitar tales imágenes en las vías públicas, particularmente, el Ministerio de Salud Pública.
El drama puede observarse en cualquier esquina: harapientos, hombres y mujeres, casi siempre semidesnudos, buscando alimentos en zafacones y durmiendo sobre viejos cartones en plena acera.
Basados en el estudio sobre la prevalencia de trastornos mentales que presenta la Organización Mundial de la Salud (OMS), y la Organización Panamericana de la Salud (OPS), para América Latina y el Caribe, se estima para la República Dominicana, que 43, 095 personas aproximadamente, padecen de Psicosis no afectiva; 227,786 sufren depresión mayor; 12,313 de distimia, y otras 24,626 presentan trastorno bipolar.
Con la finalidad de conocer la auténtica realidad de la atención psiquiátrica en el país, entrevistamos al doctor José Mieses Michel, director de Salud Mental del Ministerio de Salud Pública.
-¿En cuánto se estima el número de enfermos con trastornos psiquiátricos en el país?
“Se calcula que el 10 por ciento de la población dominicana sufre de algún tipo de trastorno mental, como son: depresión, perturbación relacionada con el consumo de alcohol y otras drogas, crisis de ansiedad, psicosis, demencias y otros.
“A partir de datos de prevalencia presentados por la Organización Mundial de la Salud, en la población dominicana existen unos 8,000 individuos con trastorno mental de larga evolución, que son los casos de psicosis no afectiva y trastorno bipolar. Son estos los que generalmente deambulan por las calles”.
-¿Existe planes para auxiliar a estos enfermos?
“El Ministerio de Salud Pública, a través del Programa de Salud Mental, está desarrollando un Programa de Rehabilitación Psicosocial, con el fin de dar atención a quienes padecen trastornos mentales de larga evolución; así como garantizar los medicamentos, insertarlos en sus comunidades, familias y al ambiente laboral y asegurar la protección de sus derechos individuales”.
-¿Son suficientes los centros que existen en el país para tratar a estos pacientes o se contempla la construcción de otros hospitales o albergues?
“Los centros de atención a enfermos mentales, en la actualidad, son insuficientes. Pero, dentro del Programa de Rehabilitación Psicosocial se vislumbra la creación y apertura de nuevas estructuras, en diferentes niveles de atención: Centros Comunitarios de Salud Mental, Viviendas Tuteladas, Clubes Psicosociales, Unidades Hospitalarias de Salud Mental, entre otros.
“El modelo de atención a la salud mental que se implanta en el país insta a quienes tienen algún padecimiento de este tipo, a ser atendidas en un alojamiento dentro de los límites geográficos de su comunidad, respetando sus derechos. No forma parte del nuevo modelo de atención la hospitalización por largo tiempo en un albergue de tipo manicomio aislado de su familia y ambiente social”.
-¿Incluyó el Gobierno en el presupuesto de 2012, alguna partida para atender este problema?
“Dentro de la partida presupuestaria asignada al Ministerio de Salud Pública, existe un asignación destinada al Programa de Salud Mental”.
-¿Considera usted que la mayoría de los que son canalizados hacia los refugios de orientación, pueden incorporase a la sociedad, o suelen ser reincidentes?
“Quienes padecen una enfermedad mental de larga evolución, luego que son atendidos y tratados en casas de acogidas, donde se les garantiza su tratamiento y atención psicológica, pueden lograr reinsertarse al ambiente laboral, familiar y social, y convertirse en gentes activas y productivas para su familia y comunidad.
“Las personas con trastornos mentales graves que deambulan por las calles reúnen en general las siguientes características: viven en la pobreza; poca accesibilidad al tratamiento y la atención médica y poco o nulo apoyo familiar.
“Es importante señalar que también existen los que deambulan por las calles, que no padecen de trastornos mentales, pero son indigentes o carecen de hogar”.
RD: 8,000 sufren trastornos mentales de larga evolución
LA VOZ DE LOS QUE NO LA TIENEN ||
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