El Cardenal Nicolás de Jesús López Rodríguez considera que deben aumentarse las penas en el sistema de justicia a los hombres que cometen asesinatos contra mujeres, cuya cifra se eleva ya a 115 en lo que va de año.
Hace tiempo que los medios de comunicación han reflejado opiniones diversas sobre el tema de la violencia intrafamiliar y, particularmente, acerca de los feminicidios, y la necesidad inviolable de que quienes cometen esos abominables hechos sientan el peso firme de la ley sobre sus hombros y aprendan de una vez, que no están facultados para acabar con la vida de nadie, mucho menos de las mujeres, por el hecho de serlo.
Durante el Segundo Foro Hemisférico Ciudadanía plena de las mujeres para la democracia, que recientemente tuvo lugar en el país, se habló de lo que en el pasado Siglo XX se logró en favor de la democratización de la mujer, aunque a estas alturas persistan las dificultades a nivel mundial, para que las féminas ocupen cargos importantes y posiciones de poder.
Sin duda alguna, las mujeres han transformado su comportamiento y han exigido su derecho “de tener su propio espacio, derechos que le permitieron ocupar aquellos espacios que eran monopolio de los hombres”. Pero, cuando de condiciones culturales se trata, lo más difícil de cambiar es, precisamente, el pensamiento.
No hay que olvidar que, tal y como se debatió en el Foro: “las mujeres ya no construyen su identidad basada en la maternidad, sino como una persona, un sujeto que puede dar y hacer algo más que tener hijos”, aseguró el filósofo Gilles Lipovestsky.
Será “apretando” con las leyes y con otras políticas multidisciplinarias que se controlen los feminicidios: “la falta de firmeza en las decisiones judiciales, favorece la impunidad”, aseguró López Rodríguez. Pero, sin duda, lo más difícil será lograr la transformación en la mentalidad del hombre dominicano. Se requiere de un profundo trabajo educativo que no puede ya dilatarse.