“Al vapor” como suele decirse en el país cuando las cosas van muy de prisa o demasiado rápido, el presidente Leonel Fernández anda por todo el país, como si reloj de arena le marcara que antes de llegar a la “hora cero”, debería dejar inauguradas grandes obras que perpetuaran su memoria “por los siglos de los siglos…” y quedar así en la memoria de quienes votarían por él en el 2016.
A punto de concluir su segundo período de gobierno consecutivo, Fernández parece no descansar y su apretada agenda muestra actividades “pendientes” marcadas por millonarias inversiones en turismo, acueductos y alcantarillado, energía eléctrica, aceras y carreteras. Lástima que aun la educación se quede por debajo del 4%; que la salud siga siendo un reto para esas mayorías que no disponen del dinero que unas minorías derrochan desde los más altos cargos.
También pesa en el país la idea de que quienes fueron acusados de corrupción, a pesar del propio Presidente haber dedicado y nombrado años contra este mal y en pro de la transparencia, quedaran en el limbo y, encima, optan por perpetuarse en el poder.
En breve, el presidente electo Danilo Medina demostrará cuánto el Partido de la Liberación Dominicana (PLD), hará para honrar la memoria de su fundador y líder Juan Bosch, quien expresó en su discurso del 23 de abril de 1963, algo que parece haber quedado en el olvido:
«Cuando tomé posesión del cargo de Presidente de la República lo hice en traje de calle, sin banda presidencial, sin honores militares, porque la democracia tiene que ser humilde. Uso automóvil particular, con placa particular, automóvil que no es de pescuezo largo, porque la democracia tiene que ser humilde. La humildad en mí no significa esfuerzo. Soy naturalmente humilde».
De tiempo y humildades…
LA VOZ DE LOS QUE NO LA TIENEN ||
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