Romain Grosjean quiere recoger el testigo de Senna, el último piloto en lograr una victoria en el equipo Lotus. A pesar de que lleva una temporada con altibajos, el francés ha hecho tres podios y ha estado cerca de ganar en alguna ocasión.
21 de junio de 1987, Gran Premio de Estados Unidos: el monoplaza de Ayrton Senna cruza primero la bandera de cuadros y se lleva la victoria en el circuito urbano de Detroit. El brasileño, además, logra la vuelta más rápida en carrera, quedar por delante de Alain Prost (uno de los principales candidatos a llevarse el título ese año) y situarse líder del Mundial. Una jugada redonda… a priori; porque al final no logró ganar el Campeonato y ésa resultó ser la última victoria que un equipo llamado Lotus lograse en la Fórmula Uno.
Históricamente, Lotus es uno de los equipos más reconocidos y laureados en el automovilismo (ha ganado siete campeonatos de constructores en Fórmula Uno), pero su trayectoria en la máxima categoría se vio interrumpida en 1994, cuando desapareció para no volver hasta hace un par de años. Por eso, Romain Grosjean cree que es el momento perfecto de devolver el nombre de Lotus a lo más alto.
Si me convierto en el primer piloto en ganar para Lotus desde que lo hiciera Ayrton Senna, sería un motivo más de felicidad. Sería un auténtico placer.
Lo cierto es que la trayectoria de Lotus en este 2012 ha sido muy positiva, acercándose a la victoria en varias ocasiones y logrando cuatro 2º puestos. El E20 tiene un potencial enorme, y todo parece indicar que seguirán luchando en las primeras posiciones durante la segunda mitad de temporada; pero en el seno de la escudería aún puede resultar bastante decepcionante el no haber logrado ninguna victoria, a pesar de que cuentan con dos buenos pilotos. Para Grosjean, sin embargo, no es así.
No creo que la presión para ganar sea mayor. Creo que la Fórmula Uno está llena de presión. Si ganamos, será fantástico para el personal del equipo en la fábrica por todo lo que hemos hecho desde comienzos de año.
