En su primer encuentro con funcionarios del área económica del Gobierno dominicano, el jefe de la misión del Fondo Monetario Internacional (FMI), para República Dominicana, Przemek Gajdeczka, informó que lo único inevitable es la muerte y los impuestos y por tanto, el resto puede ser negociado.
Lo anterior devino respuesta a planteamientos de diferentes sectores en el país, acerca de que el problema de la economía hace inevitable firmar un nuevo pacto con el Fondo.
Desde hace tiempo las opiniones giran en favor y en contra de las solicitudes y compromisos con el FMI. En este encuentro, catalogado crucial para el Gobierno de Danilo Medina, tan empeñado en “hacer cosas que nunca se han hecho”, con un maletín pleno de deudas y reflujos de mal empleo de los recursos públicos, Gajdeczka y el ministro de Economía, Planificación y Desarrollo, Temístocles Montás, precisaron que aún se desconoce el tipo de acuerdo que se firmaría, en respuesta a la pregunta de si sería un “post monitoreo” o un “Stand by”.
De todos modos, la precisión referente a la muerte y los impuestos como inevitables parece colocar el punto esencial de este proceso: doloroso, necesario (según especialistas) e impostergable (tal y como muestra el futuro inmediato dominicano).
En fin, que de lo que sí estamos seguros es que habrá nuevos y muchos impuestos, con los que finalmente se perjudicarán más los mismos sectores, esos de pocos recursos que esperan “el milagro de Medina” en la salud, la educación y, sin duda, en el alcance a pagar el arroz, las habichuelas y la carne, o el criticado salami que tantas veces salva el día a día de muchas familias dominicanas.
Más claro…ni el agua
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