La noticia podría ser una más en el gran campo informativo: “Las mujeres dominicanas son discriminadas en el acceso a puestos de trabajo y el salario”; sin embargo, sobresale por la impotencia de quienes se han negado a ser sólo sujetos de maternidad: “son mucho más, en todas las áreas en el planeta”, afirmó el filósofo Gilles Lipovetsky, profesor de la Universidad de Grenoble, Francia; pero en el país: “La soberanía política la mujer aún no la alcanza”, protestó Lourdes Contreras, quien está al frente de los estudios de género del Instituto Tecnológico de Santo Domingo, y conoce como esta sociedad “sigue viviendo con una segmentación laboral muy fuerte”.
Aunque las realidades y perspectivas apuntan que las féminas saben cómo asumir con gran responsabilidad asuntos de poder, los cargos importantes en empresas y a otros niveles se alejan de su competencia, a pesar de la idoneidad.
Es cierto que “Las mujeres han transformado el comportamiento de las mujeres, a nivel global, desde mediados del siglo XX”, tal y como destaca Gilles; pero también es verdad que “las diferencias entre lo masculino y femenino permanecen, especialmente en el área laboral, por ejemplo en las diferencias salariales”.
En República Dominicana se sabe plenamente que la participación política de hombres y mujeres es un derecho humano que debe ser reconocido en una sociedad democrática, representativa, participativa e inclusiva, al amparo de los principios de la igualdad y no discriminación; pero aun todo esto sigue siendo un gran desafío.
Según fuentes consultadas las dominicanas ganan como promedio entre 15 y 18 por ciento menos que los hombres y Contreras apunta que representan el 40% del desempleo en el país, las comprendidas entre 15 y 29 años.
En fin, que al cabo de los siglos continúan las batallas, ¡a estas alturas!…
¡A estas alturas!
LA VOZ DE LOS QUE NO LA TIENEN ||
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