El dopaje es ahora un asunto de salud pública, dicen expertos

El uso de sustancias dopantes es ahora una cuestión de salud pública más que un simple problema deportivo, dijeron delegados en una conferencia antidopaje.

«Si pensamos que alrededor de un tres por ciento de los chicos de secundaria en Estados Unidos están tomando esteroides u hormonas de crecimiento, entonces es un asunto de salud pública», dijo el doctor Timothy Armstrong de la Organización Mundial de la Salud (OMC).

«El abuso de sustancias de cualquier tipo o forma tiene un aspecto físico y mental en la salud. La OMC, por ser la agencia de Naciones Unidas líder en asuntos de salud, se toma esta cuestión muy en serio».

Armstrong hizo estas declaraciones en la conferencia organizada por la Fundación Arne Ljungqvist, que lleva el nombre del presidente sueco de la comisión médica del Comité Olímpico Internacional (COI).

Ljungqvist, quien invitó a homólogos de la OMC y de la Agencia Mundial Antidopaje a la reunión, compartió la opinión de Armstrong.

«Es un primer intento para poner de relieve esta cuestión como asunto de salud pública, que en mi opinión lo es», dijo en rueda de prensa.

«El deporte de élite juega un papel obvio. Son los modelos para los jóvenes y si toman drogas, no son modelos adecuados para la sociedad que viene».

«Estoy muy contento hoy de ver a estas autoridades internacionales que vienen juntas para compartir las preocupaciones que expresan y que podamos encontrar maneras comunes de tratar con ellos», agregó.

El director general de la Agencia Mundial Antidopaje (AMA)David Howman dijo en la conferencia que lo que sucede en el deporte de élite ha afectado a la sociedad en general y que compartir información era crucial para enfrentarse al dopaje.

«Lo que hemos aprendido en los últimos diez años es que hay un efecto goteo hacia abajo en deportes recreativos y en institutos», dijo Howman, añadiendo que las autoridades sanitarias y legislativas tienen un papel que desempeñar.

«Ahora en Australia, la gente de las aduanas comparte su información con la Agencia Australiana Antidopaje (ASADA), y ya un 40 por ciento de las violaciones de las normas antidopaje proceden de este tipo de información».

«Es un muy buen ejemplo de cómo se puede funcionar cuando la gente trabaja de manera conjunta».

Armstrong estuvo de acuerdo en que este tipo de cooperación era esencial para plantar cara al dopaje, añadiendo que se necesitan más datos para evaluar la magnitud del problema.

«Cada una de nuestras organizaciones tiene un pedazo de la tarta y sólo pueden trabajar en las áreas donde tenemos un mandato para ello. Pero podemos unirnos con nuestras agencias hermanas como la UNESCO y otros posibles colaboradores como la AMA y el COI.

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