El libro escrito por Cosme Pérez, “Quisqueya, un país en el mundo”, es una obra que induce al lector a tomar acción mediata o inmediata y no se cruce de brazos, porque va a conocer verdades que les fueron vedadas durante su vida y la de sus padres, abuelos y bisabuelos.
Nos han confundido tanto, que utilizamos una identidad nacional errónea, la dominicana; no sabemos por qué existen tres diferentes nombres para la isla; creemos que la denominación de la República es el nombre del país; hablamos de la patria y no nos atrevemos a mencionar su nombre, porque intelectuales e historiadores lo han desacreditado por temor a ser calificados de ignorantes; nunca se nos explica el origen de nuestro Himno Nacional y mucho menos se sabía el origen de la palabra Quisqueya.
El libro pide acciones, por ejemplo, de que el Presidente de la República declare “país enemigo” a Haití, por no cumplir con la demanda de los Trinitarios, de que desistiera de la idea de nombrar a la isla con el nombre de Haití, pretendiendo hacerla “una e indivisible”. Esa insistencia de Haití en su Constitución, sigue creando confusión y desconcierto en ambos pueblos y en el mundo. Nuestra Constitución dice que es Isla de Santo Domingo, desde 1844.
En el libro se demuestra que “Dominicana” no es una identidad nacional; es solo la identidad regional, o sea, la denominación que se deriva del nombre de la isla, Santo Domingo. Fue la idea de Duarte y los Trinitarios, para evitar que la identidad regional fuera la “Haitiana” (Isla de Haití).
Muchos quisieron completar la obra de Duarte, pero no dieron con el eslabón principal: la identidad nacional. En el Juramento Trinitario se conjugan los verdaderos principios y bases programáticas para nuestra nación; sin embargo, no se aplicó así en nuestra primera constitución en 1844, en las subsiguientes, ni en la revisión del año 2010. Todo se debe a la definición gramatical e interpretación que de manera maliciosa o no se le dio a la palabra “denominación” en ese documento trinitario.
Por último, nunca se le ha mostrado al pueblo al Juan Pablo Duarte quisqueyano y de su mensaje patriótico de 1861, que contiene el eslabón que han buscado muchos patriotas y políticos criollos, incluyendo a Juan Bosch, y que nunca encontraron: -“Quisqueyanos sonó ya la hora, de vengar tantos siglos de ultraje; el que a Dios y a su patria desdora, que de oprobio y baldón se amortaje. No más cruz que la cruz quisqueyana, que da honor y placer el llevarla; pero al vil que prefiera la hispana, que se vaya al sepulcro a ostentarla” –Juan Pablo Duarte (1861).
Este libro no se ha escrito para servir de obra literaria o para cambiar los hechos de nuestra historia. Es una revelación que contiene las ideas del Padre de la Patria, Juan Pablo Duarte, posterior a su lucha por conservar la “dominicanidad” basado en el nombre de la isla; aunque hasta ese mismo propósito de sus ideas no se haya materializado por completo por error, omisión, ignorancia o arrogancia.
El libro lo puede usted obtener en su librería favorita local o en el “Internet”. Presentaciones en persona de su autor están programadas para New York, en la feria del libro que se llevará a cabo en el Boricua College, 3755 Broadway, en Manhattan, el domingo, 30 de septiembre a las 12:30pm; en la feria del libro de Miami, el 16 de noviembre, de 8am a 8pm, en el “Wolfson Campus” del Miami Dade College, por el Centro de Literatura y Teatro, en el 300 NE 2nd Ave (downtown). En Santo Domingo está en venta en la Librería Cuesta; y puede llamar al autor al 786-586-2390 para ordenar su copia firmada. Otra opción es entrar al portal http://www.quisqueya.name
“Quisqueya, un país en el mundo”, de Cosme E. Pérez en VI Feria
LA VOZ DE LOS QUE NO LA TIENEN ||
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