Un líder de masas es, mucho más que un candidato a lo que sea, aquel que porta legítimamente los sentimientos y las aspiraciones de su gente; que trasciende sus intereses personales para darse entero a una causa; que no claudica ante los enemigos y que toma decisiones trascendentes sin plegarse ante nadie. Un líder es mucho más que un burócrata de partido. Precisamente, por carecer de un auténtico líder popular, el PRD está abandonado a su triste suerte, olvidado de su misión histórica, hundiéndose casi sin remedio.
