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Boxeador gay le da paliza a mexicano

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Kissimmee.- Necesitó emplearse al máximo, pero Orlando Cruz ganó el viernes su primer combate desde que se declaró públicamente homosexual.
 
En lo que fue una pelea más difícil y cerrada de lo anticipado, el boricua resistió un embate tardío de Jorge ‘El Feroz’ Pazos para conseguir un triunfo por decisión unánime en el Kissimmee Civic Center.
 
La votación fue 118-110, 116-111, y 118-110 para Cruz, quien mejoró su marca a 19-2-1, con nueve nocauts. Pazos quedó en 20-5, con 13 nocauts.
 
Para sorpresa de muchos, el mexicano salió a pelear en retroceso, navegando la periferia del ring al comenzar el pleito.
 
Orlando lo cazaba con cautela. Luego que Cruz acertó su primer puño, un largo y débil izquierdazo, el público aplaudió desproporcionalmente.
 
Cruz entonces pegó abajo, quizás buscando detener los movimientos del mexicano. Pazos cerró pillando a Orlando en una esquina neutral y lanzando un trío de volados, los cuales el boricua esquivó sin dificultad utilizando movimientos de cintura.
 
Cuando en el segundo Pazos lo atacó, Cruz caminó en reversa, lo hizo fallar y luego se burló con un movimiento de hombros, como si fuera bailarín. Pazos volvió a atacar. Orlando quebró cintura y luego disintió con la cabeza para hacerle saber a Jorge que solo golpeó aire.
 
El boricua, amable y afable fuera del ring, se tornó rudo ante el mexicano.
 
Frustrado, en el tercero Pazos salió a pelear tosco y pegó buenas manos. En un momento Orlando se resbaló y pazos le pegó en el suelo. Pazos también tuvo éxito con el oper de derecha en esta vuelta.
 
Cruz comenzó a poner más presión y en el cuerpo a cuerpo sacudió a su rival terminando el episodio, primero con un gancho derecho y luego con una zurda en recto.
 
Ambos salieron más cautelosos en el cuarto. Pero luego Pazos se tiró encima de Orlando y lo pilló contra las cuerdas. Allí lanzo una veintena de golpes. Pero el zurdo se tapó bien y conectó mejor en el remonte. Hasta hizo retroceder a Pazos.
 
Al final del asalto, mientras caminaba hacia su esquina, Cruz dio media vuelta casi como pirueta de ballet y miró serio y fijo a su contrario.
 
Luego de un agarre en el quinto, Cruz se le pegó por detrás a pazos, lo que enfureció al mexicano y a parte del público.
 
Orlando recibió un fuerte izquierdazo en la boca a mediados del quinto, y era obvio que su rival peleaba con una furia que iba más allá del aspecto competitivo. Para Pazos, ya era algo personal.
 
Orlando comenzó a lucir algo fatigado y en el sexto tiró mayormente solitarios jabs de derecha.
 
Su rival seguía presionando, Faltando 15 segundos, Cruz tomó el avance y conectó bien. Al sonar la campana gesticuló hacia su rival, pegándose fuerte en el pecho con su guante derecho, como solía hacer Tito Trinidad.
 
En el séptimo Cruz salió en reversa. Luego retó a su rival a intercambiar en el centro del ring. Pazos accedió y se llevó dos combinaciones de cuatro golpes que lo hicieron retroceder.
 
Orlando entonces pegó sus mejores manos de la contienda, un gancho derecho y una izquierda que pararon en seco a Pazos, y lo hicieron trastabillar lastimado.
 
Era una pelea ruda y ambos se golpearon luego de la campana, lo que les ganó una agitada amonestación de parte del réferi Frank Gentile.
 
Furibundo, Pazos persiguió a Cruz en el octavo, lanzando sin éxito golpes alocados. Pero Cruz bajaba su ritmo de pelea. Estaba cansado en el octavo.
 
Pazos tuvo sus mejores momentos en el noveno. Con un rival agotado, empezó a tirar más y logró acorralar contra las cuerdas a Cruz. Cuando el boricua tiraba, conectaba claro. Pero casi no tiraba. Solo retrocedía y agarraba.
 
Faltando 15 segundos, Cruz atinó un oper y un gancho al rostro del mexicano. Pero llegó a su esquina extenuado y no dejó de jadear en todo el minuto de descanso.
 
Ante la renuencia de atacar del boricua, parte del público comenzó a gritar, «!México! !México!» durante el décimo. Cruz pegó un buen recto, pero lo que hizo fue enfurecer a Pazos. Le repitió la dosis varias veces y con un segundo aire retomó el control de la pelea.
 
A final del, 11 Pazos conectó tres manos al rostro de Cruz, quien se tambaleó. Pasó el final de la vuelta rehusando intercambiar.
 
Al abrir el 12, los gladiadores se abrazaron. Luego Cruz pasó tres minutos esquivando y evitando a Pazos.
 
Durante un agarre, Cruz volvió a pegársele por detrás a Pazos, quien furioso se le tiró encima al agotado boricua. Pero no pudo dar el golpe de gracia.
 
Al sonar la campana final, Orlando abrazó a su promotor y luego se trepó en una esquina. El público le pagó con un estruendoso aplauso.
 

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