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Los que esperan y los que no

LA VOZ DE LOS QUE NO LA TIENEN ||
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El problema es mayor cuando surge la “anorexia”, o dejadez ante los asuntos que afectan a las mayorías en una nación. Esto responde, claro está, a un periodo de batallas consecutivas, esperanzas frustradas y esa especie de cansancio cuando años tras años no acaban de verse soluciones.
 
En la tarde de este miércoles, el Gobierno somete al Congreso Nacional, vía Senado de la República, el proyecto de reforma fiscal (pacto fiscal), sin que las voces y opiniones populares y de diversas instituciones, organizaciones y empresas del país hayan sido escuchadas.
 
De todos modos, las autoridades insisten en que sí han sido tomadas en cuenta opiniones y sugerencias de varios sectores productivos, y reitera que espera recaudar de esta manera unos RD$53 mil millones (un 2.2% del PIB), la misma cantidad que inicialmente se tenía prevista.
 
La Comisión Económica del Partido Revolucionario Dominicano (PRD), ha expresado con juicio que esta reforma fiscal  es innecesaria, porque en realidad el Gobierno debería disminuir los excesivos gastos públicos y todos los derroches en los cuales incurrió la administración de Leonel Fernández.
 
De igual manera otras fuerzas populares  han llamado a la sociedad civil a “mantenerse en lucha contra el paquete de medidas fiscales que el Gobierno introducirá al Congreso, muchas de las cuales- entiende-, empobrecerán más a la clase deprimida de República Dominicana.
 
A todas estas, aún personalidades como Monseñor Agripino Núñez Collado, representante de aquella supuesta contraparte llamada Consejo Económico y Social (CES), esperan “algunas modificaciones importantes en el proyecto”.
 
En breve, dominicanas y dominicanos escucharán la decisión final de los congresistas, organizados en una comisión bicameral “para agilizar los trabajos y que se apruebe este año”, tal y como indicó el presidente del Senado, Reinaldo Pared Pérez.
 
Pero, más allá de todos estos ires y venires, esa parte de la población, en cuyos hombros pesarán fuerte las medidas de la reforma, no esperan, sencillamente, nada a su favor.

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