Precedida por la Sesión Ordinaria de la Asamblea Nacional, tuvo lugar la proclamación de la nueva Constitución de la República Dominicana el 26 de enero de 2010.
Como Ley Sustantiva que rige cada acto de la nación, integró un nuevo texto constitucional que pasó a la historia tras un largo período de reconsideraciones, sobre todo influidas por la denominada reforma constitucional llevada a cabo por una Asamblea Revisora que, finalmente, dejó a su paso dudas, confusiones y esa interrogante de: ¿qué Constitución tenemos? Y ¿cuánto de las opiniones mayoritarias quedaron reflejadas en dichas páginas?
Aunque el entonces Presidente de la República, doctor Leonel Fernández Reyna, recordó durante la promulgación de la Carta Magna, que fueron los congresistas, quienes “con vehemencia, con pasión y entusiasmo, discutieron cada concepto, cada criterio, cada juicio vertido, con la finalidad de que la nueva Carta Sustantiva fuese el mejor instrumento posible para la defensa de la libertad y la democracia en la República Dominicana”, las expresiones de descontento entre la población no cesaron de escucharse.
Son muchas reformas constitucionales en el país, 38 en total, las cuales Fernández atribuyó en esos momentos “a la falta, a lo largo del discurrir histórico, de estabilidad política, fruto, a su vez, de la debilidad del sistema democrático y de desarrollo económico y social”.
Calificada la nueva Carta Magna como: “la Constitución del Siglo XXI”, “garantía de la paz, la democracia, la libertad, la justicia social, el bienestar y la prosperidad de la familia dominicana”, todavía la pregunta de dominicanas y dominicanos sigue siendo: ¿cuándo en verdad responderá a todos estos imponderables?
